La estadística trabaja con diversos parámetros para analizar la estructura demográfica de los territorios. Uno de ellos es el llamado “índice de juventud”, que pone en relación el número de jóvenes menores de 20 años con la población mayor de 60. Noreña, Llanera y Siero, por este orden, presentan las mejores tasas de Asturias, significativamente por encima de la media autonómica y a distancia incluso de otros grandes municipios del centro de la comunidad. La Villa Condal, con un total de 5.179 habitantes, lidera el ránking de los municipios del Principado más “rejuvenecidos”: tiene 66,05 vecinos que no han cumplido la veintena por cada centenar que han superado la barrera de las seis décadas de vida.
Los datos son los últimos que maneja la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei), correspondientes a 2019 y que forman parte de una serie más amplia denominada “Principales indicadores demográficos de Asturias por concejos”. Según estos, a Noreña le sigue Llanera, con 65,71 menores de 20 años por cada 100 mayores de 60, entre el total de sus 13.702 vecinos.
El tercer puesto lo ocupa el mayor concejo en habitantes de los tres: Siero, con 51.667 vecinos, tiene 57, 36 habitantes que no han cumplido las dos décadas por cada cien que ya han vivido más de seis.
Los tres concejos marcan una considerable distancia con la media autonómica, de 43,94 jóvenes de menos de veinte años por cada cien mayores de sesenta. También lo hacen respecto a municipios como Oviedo, con un índice de juventud de 52, 94, Gijón, con uno de 45,09, o Avilés, que tiene una tasa de 45,96.
Algo más cerca se coloca Corvera, que se sitúa en el cuarto puesto del listado de territorios asturianos con índices de juventud más elevados. En concreto, el suyo es de 54,97 vecinos que no han superado la veintena por cada centenar que ha pasado la barrera de las seis décadas de vida.
En este último caso, como ocurre en algunos otros municipios, como Castrillón, el concejo sigue manteniéndose por encima de la media del Principado en lo que respecta a esta tasa para medir los niveles de población juvenil respecto a la de mayor edad.
Según explica el decano del Colegio de Sociólogos y Politólogos de Asturias, Jacobo Blanco, en demografía existe lo que se denominan indicadores de situación y de flujo: los primeros analizan como estamos y los segundos cómo evoluciona la población. “El índice de juventud está entre los primeros. Representa el número de jóvenes por cada mayor. En este caso, y si estuviéramos hablando del conjunto de Asturias, tendríamos casi 44 jóvenes menores de 20 años por cada 100 mayores de 60. En realidad, este parámetro lo que nos está reflejando es esa pirámide poblacional invertida que todos conocemos. Está midiendo la dimensión de su base o cimientos sobre la cúspide o tejado. En cierto modo, muestra una sociedad sin reemplazo, con cimientos débiles. Siero, Llanera y Noreña tienen un indicador por encima de la media, esto es, la base de la pirámide algo más amplia que otros concejos”, explica.
El incremento de la población menor de 20 años en tres estos municipios no tiene que ver en este momento con el registro de niveles elevados de nacimientos en el territorio. De lo que se trata es, añade, de que estamos ante lugares que han atraído población de otras zonas. “No hay una natalidad especialmente alta, aunque sí una tasa migratoria positiva sostenida en el tiempo hacia esos concejos. Y, si fuéramos más allá, veríamos que buena parte de los migrados son familias relativamente jóvenes con hijos. El caso de Noreña, por ejemplo, es espectacular, como lo son Siero o Llanera”, señala Blanco.
De hecho, si se consulta otra de las estadísticas sobre características de la población disponible en la base de datos de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei), puede comprobarse que cerca del 40 por ciento de la población de estos concejos procede de otras comarcas de Asturias e incluso de distintas comunidades autónomas.
“No hay una alta natalidad, sino una migración sostenida durante años”, explican los sociólogos
Vivienda más asequible y “cerca de todo”, claves en el tirón de la comarca
La ubicación de Siero, Noreña y Llanera, en el centro de la región, es clave para su desarrollo económico. Es este, el mayor dinamismo en la creación de empleo o en las oportunidades laborales, el que explica la capacidad de atraer población por parte de estos tres municipios asturianos. No obstante, hay otros que determinan el tirón actual para elegirlos como lugar en el que establecer la residencia. Por ejemplo, buenos servicios de todo tipo y un precio de la vivienda menor que en otros núcleos de mayor población.
El decano del Colegio de Sociólogos y Politólogos de Asturias, Jacobo Blanco, se refiere a los efectos de la “tendencia a la metropolitanización”. “El precio unitario de la vivienda en esos concejos permite comprar más metros que en Oviedo, Gijón o Avilés por el mismo dinero. Y sin un incremento espectacular en los costes del transporte, pues el empleo suele estar próximo, muchas veces en los polígonos cercanos –como Llanera, con más empleo que población– o en un concejo metropolitano, lo que ahorra el coste de salir de Oviedo o Gijón. Todos ellos disponen además de servicios: alimentación, comercio, colegios, deporte, salud...”, señala.
En general, en los tres concejos, hay además, otro punto a favor. Y es que, según explica Blanco, “las tipologías de vivienda se ajustan a las demandas del mercado: relativamente amplias, ventiladas, jardín en muchos casos, aire "limpio", silencio...”.
Saldo vegetativo
En Siero, por ejemplo, añade, algunas promociones, como las llevadas a cabo en el área del antiguo campo de fútbol de la Pola, fueron “muy asequibles” y “·dieron impulso a la villa”. “Pasó lo mismo en lugares como Lugones o Lugo de Llanera, por poner otros casos”, precisa.
Sobre Noreña, el decano del Colegio de Sociólogos y Politólogos de Asturias, apunta otra “curiosidad”: durante algunos años “fue el único concejo del Principado que registraba un saldo vegetativo positivo”. Es decir, que contaba con mayor número de nacimientos que de fallecimientos cada ejercicio.
En efecto, esta circunstancia se produjo en el caso de Noreña durante tres años en los que todos los municipios asturianos, a excepción de la Villa Condal, tuvieron resultados negativos. No obstante, las cifras fueron simbólicas: un saldo favorable de 10 habitantes en 2007, uno de 6 en 2008 y, por último, tan solo de 1 en 2009.
