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Denuncian ante el Seprona la desaparición de dos osas reproductoras en Teverga

Fapas descarta que los ejemplares se hayan movido a otra zona y pide investigar a fondo la situación, que “no puede quedar en una anécdota”

Ejemplares captados por el Fapas en el la zona de Somiedo.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la Guardia Civil, ha recibido una denuncia por la desaparición de dos osas reproductoras en el Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa, en concreto, en el concejo de Teverga. La ha presentado el fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), que perdió la pista de las dos hembras en diferentes momentos: en un caso en septiembre de 2018 y, en otro, en agosto de 2019. Desde entonces no hay rastro de ellas, ni siquiera en las imágenes que captan las cámaras instaladas en los bosques de la zona.

La entidad sospecha de las cacerías. “Hemos dejado un tiempo prudencial para ver si aparecían pero no las hemos vuelto a ver. La desaparición no puede quedar en una simple anécdota, ni ocultarse bajo las ya consabidas justificaciones de que habrán muerto en peleas con otros osos. Sospechamos que han pasado a engrosar la lista de osos muertos de Asturias”, afirma el presidente de Fapas, Roberto Hartsáchez, quien lamenta profundamente la pérdida de dos osas reproductoras, fundamentales para la recuperación de la especie en Asturias, en peligro de extinción.

Se trata de dos hembras jóvenes a las que los profesionales de la entidad siguen desde que eran crías. Ambas se establecieron en el mismo territorio, entre San Martín y el puerto Ventana, en Teverga. Y las dos se han reproducido, con una y dos camadas cada una. De hecho, sus crías sí están entre los ejemplares en seguimiento de la zona. “Son dos osas reproductoras jóvenes que teníamos muy bien identificadas en la parte alta del concejo de Teverga y no hay razón para pensar que hayan muerto de viejas o por un problema de heridas o lesiones, lo lógico es que ya hubieran aparecido”, apunta. Tampoco han hallado sus restos.

Fapas descarta que las osas se hayan movido a otra zona, ya que las hembras de la especie son filopátricas, es decir, cuando se establecen en un territorio no lo abandonan durante el resto de su vida. “Pueden cambiar de osera y tener pequeños desplazamientos, pero nunca las perdemos de vista”, explica. Y pone como ejemplo las osas reproductoras del Parque Natural de Somiedo a las que siguen desde hace años y continúan en el mismo territorio.

El colectivo sospecha que la desaparición de las dos hembras no es un hecho casual al entender que pueden concurrir circunstancias en estos territorios que ponen en riesgo la vida de los osos. En ese sentido, apuntan al incremento de la presión de la caza en la zona ya que osos y jabalíes comparten áreas donde se alimentan.

Cacerías

“A la Administración regional le compete responder y garantizar que donde hay osos no haya problemas por motivos de cacería”, señala Hartasánchez. De hecho, Fapas tiene conocimiento de otra hembra, también en Teverga, que se movió a otra parte del municipio por la presión de las cacerías.

Fapas quiere que la desaparición de las dos osas se investigue hasta el fondo porque se corta de manera “muy importante” la línea de incremento poblacional del oso hacia el este de la Cordillera Cantábrica. “No vale decir que se avistan osos aquí o allá, la recuperación de la población de oso pardo depende exclusivamente de la reproducción. Si no hay reproducción solo hay osos divagantes, jóvenes que deambulan de un lado para otro”, concluye.

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