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Roberto, el agricultor asturiano que cruza el río en piragua para cuidar sus cultivos de kiwi

Un agricultor cruza a diario el Narcea en piragua para llegar a sus cultivos en Quinzanas tras la retirada del puente de la localidad por su mal estado

En piragua a trabajar los kiwis

En piragua a trabajar los kiwis Sara Arias

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En piragua a trabajar los kiwis Sara Arias

En piragua y a paladas para acudir a su plantación de kiwis. Es la solución que ha encontrado el productor Roberto Andina para acortar el rodeo a que le obliga desde principios de año la retirada del puente de Quinzanas, sobre el Narcea, a causa de su deteroro. Andina atiende de esta forma sus cultivos en la vega de la citada localidad praviana, a la espera de que comience la nueva estructura sobre el río, el próximo verano. Es la solución más rápida para evitar perder más de una hora al día en la carretera.

“Con el puente hacía 3,8 kilómetros a la ida desde Palla, en Vegañán, y ahora son más de 20 kilómetros y muy lentos porque las carreteras no son precisamente autopistas”, explica el agricultor. Acude todos los días al mediodía para echar la tarde en las tres hectáreas que mantiene en producción y para alimentar a sus dos perras, “Bella” y “Llanis”.

Sale de casa y arrasta la piragua unos 200 metros por las fincas de Vegañán hasta llegar al río, que cruza en diagonal hacia la margen derecha, donde se ubica la vega de Quinzanas. “A la vuelta cuesta más trabajo porque voy río arriba y tengo que esperar hasta las seis o siete de la tarde para que baje el nivel del agua porque la central térmica de La Barca suele soltar al mediodía y se nota en la corriente”, detalla.

En sus desplazamientos en piragua carga con lo justo para no desestabilizar la embarcación. En una mochila entra un polar “por si hace frío”, herramientas de mano y el pienso para los animales. Y así cada día, con jornadas en las que incluso hace dos viajes. Con la temporada de la seca cerca, Andina tendrá que acudir con más regularidad a sus tierras para regar las plantaciones. “Es un trastorno y ya van cinco meses. Además, no soy el único, hay ganaderos con vacas o maíz en la vega de Quinzanas que tienen que venir con los tractores”, señala.

El viaje se alarga por los 20 kilómetros que le es preciso recorrer a través del concejo de Candamo, cruzando el río Nalón en San Román y en dirección a San Tirso. Por ese motivo optó por dejar su maquinaria en Quinzanas mientras la localidad siga sin puente. La inexistencia de un paso sobre el río Narcea también encarece los costes de producción de las plantaciones. El cultivador pone como ejemplo los camiones de cucho que necesita para el abono, cuyo porte ha subido de precio al tener que hacer más kilómetros.

Ha habido días, con el Narcea crecido, que no pudo cruzar en piragua por el riesgo que suponía el desplazamiento. En esos días opta por la bicicleta como medio de transporte a través de las sendas que tejen las vegas del concejo praviano hasta cruzar a la margen derecha, en la que se encuentra Quinzanas, por un puente colgante a la altura de la localidad de Repollés. “Son 8 kilómetros y es un fastidio también porque en bicicleta tampoco puedes llevar carga”, lamenta.

Además, al tener que desplazarse en piragua, no dispone de vehículo, salvo el tractor, para desplazarse entre las tres fincas de que dispone, separadas por algo más de un kilómetro. “Bueno, ye poco”, se contenta el kiwicultor praviano, al que aún le restan dos meses de “piragüismo laboral”.

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