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Vecinos y arqueólogos, en la excavación de Buxañe. | R. F. Osorio

Los pastos de Quirós tienen mucha historia

La excavación arqueológica en la braña de Buxañe halla hachas, trozos de sílex y restos de distintas épocas que llegan hasta la Edad Media

Cuatro semanas de excavaciones, varias toneladas de tierra y piedras removidas, un centenar de hallazgos arqueológicos, muchas horas de dedicación y el ansia de encontrar datos sobre un pasado poco conocido son los ingredientes del trabajo arqueológico realizado en la braña quirosana de Buxañe, en los puertos de Andruas, con muy buenos resultados por ahora.

Un equipo de seis investigadores dirigido por el lenense Pablo López, predoctoral de la Universidad de León, coordinado por la catedrática de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo, Margarita Fernández Mier, han logrado localizar más de un centenar de restos arqueológicos en la excavación, algunos tan interesantes como un hacha pulimentada, trozos de sílex de otros utensilios cortantes y restos de cerámica que van desde la época prehistórica hasta la Edad Media.

Esta excavación se integra dentro de un proyecto subvencionado por el Ministerio de Cultura, con la participación de las universidades del País Vasco, Salamanca, León y el CSIC. La arqueología de los comunales es un tema de importancia en las nuevas investigaciones en distintas universidades europeas (Italia, Francia o países nórdicos), que intentan desentrañar ese concepto de propiedad vinculado con los estratos más modestos de la sociedad: colonos, agricultores y ganaderos, desde el siglo V hasta la actualidad. Asunto central de muchos estudios y congresos que investigan en distintas líneas sobre el derecho consuetudinario de estos espacios que podían ser inclusivos o exclusivos para partes de la comunidad.

El hacha pulimentada hallada en la excavación. | R. F. Osorio

Eran terrenos multifuncionales que proporcionaban distintos tipos de productos básicos: ceniza, carbón vegetal, maderas queso, leche. Aprovechamientos cíclicos que tuvieron una gran importancia hasta mediados del siglo XX. Es un trabajo en red, compartiendo información entre distintos países y grupos de investigadores que busca extrapolar esos conocimientos locales a estudios globales.

En documentos del siglo XII relacionados con el monasterio de Tuñón se mencionan doce “bustos” o brañas en esta zona del Aramo. Buxaña si pregunta a los vecinos de Pedroveya y La Rebollá, o Buxañe, nombre como es conocida esta braña en Bermiego. Partiendo de esta información se hizo una primera cata hace dos años que ya aportó bastante información. En esta última campaña de excavaciones se pudo confirmar la presencia de una gran estructura, un edificio de unos veinte metros de largo, que podría ser, según Pablo López, “una gran casa con dos estancias: el hogar y una cuadra anexa. Un intento de poblamiento de este lugar por parte de un antiguo señor feudal o de alguna entidad con poder”.

Se encontró una antojana empedrada en una casa que tendría un techo vegetal y que combinaría madera y piedra en las paredes. Aparecieron restos carbonizados de ese techo e incluso una castaña también carbonizada. Los investigadores creen que este intento de colonizar el territorio duró menos de un siglo, entre 1400 y 1500 ya estaba arruinada. En estos últimos trabajos, dificultados por el mal tiempo, se profundizó el descubrimiento de niveles de ocupación anteriores que se remiten a época prehistórica, sin poderse concretar si Calcolítico, Neolítico o Edad del Hierro. Esto demostraría un uso continuado de aprovechamiento de estos pastos desde épocas muy antiguas. López destaca que “aparece una tierra roja y negra con presencia de mucho material lítico, cerámicas muy bastas y trozos de bronce. Probablemente sería la época de creación de las brañas”.

Un trozo de sílex recuperado en las excavaciones de Quirós. | R. F. Osorio

El trabajo continua con las excavaciones en el concejo de Belmonte: este pasado lunes comenzó en Castañera, seguirá en Vigaña, en una necrópolis prehistórica y una capilla medieval. En septiembre excavaran en la braña de Fuexos, en los puertos de Cueiro. Todo ello dentro de este proyecto de arqueología pública y social que busca involucrar a las comunidades más cercanas.

Pablo López comenta que el proyecto de excavaciones seguirá en próximos años “aunque no es seguro que continuemos en el mismo lugar. Igual es necesario hacer otras prospecciones en lugares cercanos, hacer análisis de suelos y de polen para buscar información sobre la alimentación o los cultivos”.

El Aramo de hecho es un paisaje cultural, modelado después de varios siglos de trabajos y relaciones entre comunidades. En el puerto quirosano de Andruas, donde se ubica Buxaña, abunda el pasto y el agua, lugar abrigado y frecuentado por el hombre desde época prehistórica. Un territorio de paso hacia el centro de la región, por donde pasa el Camín Real Alto que venía desde el puerto de Ventana.

Cuenta una vieja historia, transmitida de forma oral entre los vecinos que el primer habitante de la parroquia de Pedroveya era un pastor de Bermiego, de modo que durante varios siglos los pueblos de la Rebollá y Pedroveya pertenecían a la parroquia de su primer colono. Pastos que aun hoy en día comparten ambas zonas de Quirós. Varios pueblos proacinos como Vil.lamexin, San Martín y Serandi también tienen acceso a las hierbas de Andruas por medio de una “facería”, e incluso el pueblo de Villanueva, en el municipio de Tuñón, puede subir los ganados, contando incluso con una bonita cabaña con cúpula de piedra y tejado de tapinos, Este ultimo aprovechamiento tenía como compensación que los vecinos de Bermiego pudieran bajar sus ganados a una gran finca en Villanueva “con derecho a cuadra, hierba y nervaso (tallo de maíz)”.

Estos terrenos quirosanos compartidos llevaron a múltiples pleitos, en siglos pasados, sobre los usos temporales de los mismos. Aquí es donde podría estar incluido el intento de poblamiento con esa gran casa que crearía discusiones y rencillas entre los usufructuarios de Andruas. Quién sabe si dicha construcción fue destruida al igual que lo fue otro inmueble, hecho por un vecino de Tene, en una zona que llaman Cabana Álvarez.

Excavaciones como la que está en marcha buscan investigar en la llamada etnografía del uso, a través de la lectura histórica y antropológica del paisaje lo que supone servirse para dichos estudios de la arqueología, la toponimia y la historia. Los conocimientos tradicionales y la sabiduría oral tuvieron y tienen su importancia para entender estos territorios. Los vecinos de la Rebollá, Pedroveya o Bermiego se sienten orgullosos de su historia y con ello, interesados en las aportaciones hechas por los investigadores. Pablo López aprovechará estos conocimientos y descubrimientos para su tesis “Arqueología de los espacios comunales”.

Aprovechamientos ancestrales de los territorios comunes que aun persisten, modificados, en muchos lugares de Asturias. Puertos, brañas, morteras y cortinas eran fuente de riqueza y uso de los vecinos por lo que tenían que establecer normas para pastos y cultivos, entradas y salidas de ganado, cierres y límites. Un mundo casi desconocido.

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