El sector inmobilario de Villaviciosa vive su mejor momento desde que hace trece estallara la última gran crisis económica y del ladrillo. Según los datos oficiales, en el primer semestre del presente ejercicio se cerraron en el municipio un total de 137 transacciones, la mejor cifra desde 2008, cuando en los primeros seis meses se realizaron 163. Por el medio, hubo años, como 2013, en el que no se vendieron ni sesenta inmuebles en todo el ejercicio.
La estratégica situación de Villaviciosa y sus buenas conexiones por carretera tanto con Oviedo como con Gijón hacen que el concejo sea especialmente atractivo para el cada vez más abundante comprador que busca vivienda en el ámbito rural cercano a los grandes núcleos urbanos. La tendencia que se aprecia desde el final del confinamiento por la pandemia, según han venido poniendo de manifiesto los expertos en el mercado, son inmuebles que dispongan de jardín o, como poco, de terrazas.
La recuperación del sector en Villaviciosa ya se dejó notar en el segundo semestre de 2020, tras el confinamiento, cuando se cerraron 137 transacciones. Llega en un momento en el que el Ayuntamiento, presidido por el socialista Alejandro Vega, ha puesto en marcha los trámites para la redacción de un Plan General de Ordenación (PGO) con el objetivo de que pueda entrar en vigor a a finales de 2023 o comienzos de 2024, si se cumplen los plazos más cortos.
Según Vega, entre los objetivos principales del PGO figuran la resolución de “cuestiones enquistadas” para Villaviciosa, como la “relación del concejo con el suelo de Costas” o los bienes de interés cultural (BIC) del casco histórico de la villa y de Tazones. También se pretende que el documento delimite adecuadamente los núcleos rurales y el núcleo urbano (en especial el límite con la suelo de Costas), preservando las industrias asentadas en el concejo y, sobre todo, las de la zona rural.
