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La cofradía de Candás confía en el ocle para salvar el mal resultado de la costera de la xarda

Los ingresos son inferiores en 60.000 euros a los del año pasado y el patrón mayor califica de “nefasta” la campaña de la caballa

Ángel Gutiérrez, en el puerto de Candás.

El puerto de Candás trata de capear el temporal en el que, de momento, está siendo un año complicado por los malos resultados de la costera de la xarda. Las embarcaciones con sede en la capital de Carreño continúan desarrollando su trabajo diario en una villa de arraigada tradición pesquera, pero, de momento, los resultados económicos del ejercicio están por debajo de los que se registraban a estas alturas de 2021. Con datos del día 18 de mayo, la recaudación del pasado año alcanzaba los 200.000 euros. En este 2022 rondan los 140.000 euros, según los datos que manejan los responsables de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario.

La principal diferencia respecto a otras campañas en el puerto de Candás coincide con la realidad que vive el sector en todo el Principado: la costera de la xarda no ha respondido a las expectativas. Desde la cofradía carreñense no dudan en calificarla de “nefasta”, con peores resultados, incluso, que en la campaña del año pasado, que ya de por sí ya había sido mala. El patrón mayor de Candás, Ángel Gutiérrez, resume de la siguiente manera la situación: “No fue bien la xarda. Es lo que pega siempre el empujón y fue una mala campaña. Había buenos precios, pero no había pescado y ya el año pasado no había sido muy bueno”.

Marisco

La costera de la xarda se esperaba como revulsivo para una buena campaña, pero la realidad ha deparado todo lo contrario. Ahora es tiempo de pesca variada y de marisco. Centollos, bugres, rodaballos o rayas son las capturas que más se repiten durante estos días y que encuentran salida tanto en las ventas locales en el propio puerto candasín, como en las rulas de Gijón y de Avilés o en la hostelería que busca pescados autóctonos de calidad.

Los objetivos se centran ya en el próximo día 1 de junio, fecha en la que se abre el tiempo del percebe, y también en el 1 de julio, cuando se inaugura la temporada del ocle, que en los últimos años está siendo un buen recurso al que agarrarse, tal y como certifica el propio Ángel Gutiérrez: “El ocle es un poco la esperanza que nos queda”.

En años de malas cifras, los esfuerzos se concentran en resistir y en capear el temporal. Es lo que está tocando durante este 2022. “Esto es así, es lo que tenemos. Años que hay, años que no hay. No está siendo un buen ejercicio, pero hay que estar ahí, aguantando”, concluye con cierta resignación el patrón mayor de Candás.

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