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La avellana prende en El Valle

Sonia González, de 53 años, planta 360 árboles en un antiguo monte: "Vi aquí algunos avellanos salvajes y me decidí por ello"

Sonia González, en el tractor, en plena faena en su finca de El Valle. | Borja García

Nunca es tarde para lanzarse a por una idea y convertirla en un modo de vida. Y en un negocio. Eso pensó Sonia González, que tras quedar en el paro en 2019, con 53 años se ha lanzado a una aventura que siempre le ha rondado la cabeza. Desde hace ocho meses trabaja en una finca de la parroquia carreñense de El Valle, en la que ha plantado más de 300 avellanos y en la que se sumerge a trabajar a diario: "Dije: ahora o nunca. La gente se sorprende que con 53 años me lanzara a esto”.

El trabajo para que esta candasina lograra sacar adelante la idea comenzó hace más de un año. El pasado mes de noviembre llegó el momento de plantar los primeros árboles en la finca, pero el trabajo de campo hasta entonces había sido lo más complejo: "Antes esta finca era un monte. Tiramos todos los árboles, había saúcos enormes y estaba todo cubierto. Había pocas fincas y esta me convencía, quería una hectárea como mínimo, menos no es productivo. Además vi en ella avellanos salvajes y me dio una pista. Tuve que meter hasta una pala para picar piedra del terreno".

Y es que la vida de Sonia González cambió en 2019, cuando fue despedida de su trabajo de toda la vida y decidió apostar por algo que siempre le había gustado: "Siempre lo quise hacer, pero la vida te va llevando a otros lados. En 2019 quedé al paro y decidí invertir en esto. Siempre me llamaron la atención los árboles y pensaba en arándanos, pero está muy explotado. También pensé en almendros, me decían del aguacate... Pero me acabé decidiendo por la avellana". Así nació el germen de los que ahora es L’ Ablanal del Valle, nombre empresarial que engloba la iniciativa de Sonia González.

El trabajo en los primeros meses es poco gratificante y muy sacrificado, porque todavía queda para que los árboles empiecen a florecer y dar fruto. Aparte de cuidar los propios árboles, una parte importante es gestionar el día a día en la plantación: "Planté unos 360. La idea era plantar 400, pero también dejé hueco para más cosas, también planto faba. Empezarán a dar fruto el año que viene y espero que el tope de producción se alcance en ocho años". España fue el décimo país productor de avellanas en 2018, con Cataluña como zona de mayor potencia en su cultivo, siendo Asturias también una región en la que se aprecia de manera notable este producto.

Sonia trabaja a diario en la finca de El Valle que ha elegido para lanzar este negocio, en el que se encarga de todos los aspectos del mismo: "Lo muevo todo yo, soy feliz aquí. Con la edad que tengo me dije, ahora o nunca. Además también puede ser un futuro para mis hijos". Se trata de una pasión con la que lleva conviviendo durante toda su vida: "Me gustó siempre todo lo que sea trabajar la tierra y eso que mi familia siempre fue de mar. Mi bisabuela sí tenía casa en Prendes, pero no hubo tradición agricultora. Fui yo la primera".

L’Ablanal del Valle ya ha echado a andar, desde el corazón rural del concejo de Carreño, liderado por el empuje de Sonia González, que ha elegido este momento para arriesgar: "A la hora de emprender se piensa antes en el sector servicios, en busca de que dé rédito más inmediato. Es muy difícil montar esto, para alguien joven es casi imposible. La gente se sorprende de que con 53 años me lanzara a esto".

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