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La huella de la Monarquía asturiana en el concejo

La piedra laberíntica del Rey Silo: así se desveló el misterio de la inscripción de Santianes de Pravia

En la reconstrucción de la totalidad del mensaje de la pieza que apareció en las excavaciones del entorno del templo prerrománico realizadas en 1975 fue clave la obra de un religioso del siglo XVI que la describió en su época

Fragmento de la piedra laberíntica del Rey Silo. SARA ARIAS

El Museo de Santianes de Pravia es de reducidas dimensiones, pero alberga grandes tesoros que sorprenden al visitante. Como un fragmento de la llamada "piedra laberíntica del Rey Silo", una loseta que contenía la inscripción fundacional del templo del siglo VIII que el monarca erigió con destino a panteón real y monasterio. La pieza, hallada en las excavaciones que se realizaron en 1975 en el entorno de la iglesia, formaba parte de una de mayor tamaño cuyo contenido íntegro fue desvelado al cabo de los siglos gracias al trabajo de varios estudiosos y expertos. Y estos dilucidaron que el mensaje era el siguiente: "Silo Princeps Fecit", es decir, "El Príncipe Silo lo hizo". Pero el hallazgo tiene muchas más singularidades, que se explican durante la visita guiada que puede hacerse al equipamiento.

"La razón por la que se conoce como piedra laberíntica se debe a que, una vez que se trató de reconstruir lo que habría sido la totalidad de la inscripción, se descubrió que la lectura de la frase ‘Silo Princeps Fecit’ se podía efectuar en distintas direcciones, con la única condición de partir del centro, de la ‘S’ central. Arriba, abajo, en zigzag… Siempre se puede leer la misma sentencia indiferentemente de la dirección que se tome", señalan en el Museo de Santianes.

No quedan muchos ejemplos de este tipo de laberintos, añaden, y, de hecho, "este es el más antiguo de los que se conservan en la Península Ibérica". "No surgieron aquí, son de tradición romana. Hay inscripciones y mosaicos más antiguos de otras zonas del Mediterráneo en las que existen laberintos como este, con otras frases, pero como este en cuanto a su tipo. ¿Y esto qué significa? Que muy probablemente pudo haber motivos cercanos que sirvieron de inspiración y corroboran, de alguna manera, a falta de trabajos arqueológicos, que esta zona que ya debió de estar muy poblada antes de época romana, pudo tener también un asentamiento romano", subrayan en un recorrido que precisamente comienza con la muestra de esta pieza.

El templo prerrománico de Santianes de Pravia se encuentra actualmente restaurado y puede conocerse tras la visita al museo que se ubica justo a su lado. Las excavaciones y obras de recuperación que se realizaron en 1975, a cargo de José Menéndez Pidal, sacaron a la luz el valor de una iglesia a la que hasta ese momento no se le había dado más que a cualquier otra ubicada en una zona rural. Entre esos hallazgos estaba la piedra laberíntica, cuyo contenido íntegro no solo se pudo reconstruir con aportaciones de expertos de la época de la campaña arqueológica, sino con la consulta de otra documentación de gran antigüedad.

Recreación de la piedra laberíntica. Partiendo de la letra "S" del centro, puede leerse, en cualquier dirección, la misma frase "Silo Princeps Fecit"

"En la actualidad los especialistas saben o tienen más o menos la certeza de lo que ponía la piedra y que debió tener una forma determinada. Pero esto no sucedió por arte de magia, sino que fue un gran erudito, L. A. Carvallo, un religioso de asturiano de Cangas de Narcea del siglo XVI, quien arrojó también luz al caso. El religioso recorría un montón de iglesias para hacer un libro que luego publicó sobre antigüedades de Asturias y una de ellas era esta. Su visita fue muy interesante porque a finales del siglo XVI, el templo no había sufrido grandes reformas todavía, las iba a sufrir unos treinta o cuarenta años después de que Carvallo viene a conocerlo. El caso es que él ya nos cuenta en su obra que hay una inscripción que pone ‘El Rey Silo lo hizo’ y que está colocada en la clave de uno de los arcos", relatan en el Museo, donde además hay una reproducción del primer dibujo que se hace sobre lo que la pieza podría haber sido originalmente. A partir de esa aportación, con la aparición del fragmento en las excavaciones de 1975, se completa la investigación para descifrar lo que pudo ser el contenido íntegro de la loseta.

Cuando en 1975 se excavó el entorno de la iglesia y se restauró el propio templo, la construcción prerrománica estaba completamente oculta "por la cal y por las reformas que se habían hecho a lo largo de los años". Los hallazgos de aquella campaña "tuvieron una gran trascendencia social" general y también en la propia localidad de Santianes. "Al Museo viene mucha gente también del pueblo y hay una frase que todos repiten. Y es la de ‘no sabíamos lo que teníamos’", señalan en el equipamiento museístico.

En efecto, lo que se cuenta a lo largo de la visita guiada tanto al Museo de Santianes de Pravia como al templo es una historia digna de ser más conocida. Aquella que, en su conjunto, afecta a la etapa en la que los reyes asturianos tuvieron su corte en Pravia, desde el año 774 al 791. Fueron 17 años y tres monarcas los que reinaron en esa etapa de corte praviana: Silo, Mauregato y Vermudo.

De esos 17 años "solo nos queda la iglesia" y algunos otros fragmentos expuestos en el Museo, cuentan en el equipamiento, en el que relatan asimismo que la del Rey Silo es una figura bastante "desconocida", pues "la documentación antigua no nos dice de dónde viene". "Al final, lo único que conocemos de él son más especulaciones históricas que otra cosa y lo único que dice la documentación es que reina porque se casa con Adosinda", añaden. A Adosinda "sí que la conocemos", pues es descendiente de reyes, nieta de Pelayo, pero esa es otra historia, la de la Monarquía asturiana, que en parte también se cuenta en la más que recomendable visita al Museo de Santianes.

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