La vocación de Javier Redondas por la docencia no nació en la cuna, sino que se fue forjando con los años, las experiencias y la relación con los alumnos encendiendo finalmente la llama de una pasión difícil de apagar. Su dedicación en las aulas, su capacidad para incentivar a sus alumnos y su buen hacer se plasman en cada uno de sus proyectos. Una forma de trabajar innovadora y por la que acaba de ser reconocido con el Global Teacher Award, que cada año concede la Fundación AKS, con sede en la India.
Estos galardones, que se entregaron a principios de mes en Delhi, buscan reconocer a docentes de todo el mundo que han demostrado su excelencia en la enseñanza y su compromiso con la comunidad educativa, contribuyendo a la mejora de la sociedad a través de su trabajo. "Con los años tienes que buscar alicientes y este reconocimiento ayuda. No me lo esperaba para nada porque al final tienen en cuenta candidaturas de todo el mundo, por eso mismo estoy tanto contento", reconoce Redondas, único español premiado en esta edición.
Su nominación fue presentada por un grupo de compañeros, que conocen de cerca la labor que el docente ha venido realizando en los últimos veinticinco años. "Yo al principio lo tomé como una broma, aunque insistieron tanto que al final decidí hacerles caso. El proceso es largo porque te piden cartas de recomendación, currículum...", recuerda. Un proceso tedioso que finalmente ha tenido el mejor de los resultados. "No contaba ir a la India, pero era ahora o nunca. Nos juntamos profesores de todo el mundo y fue una gran experiencia", reconoce. Incluso sus propios alumnos han mostrado su "orgullo" por el reconocimiento al candasín.
Incentivar a los alumnos
Redondas cuenta con una importante trayectoria en el instituto candasín que le ha llevado a ganarse el cariño y el respeto de sus estudiantes. Sabe que la capacidad para incentivar a los alumnos es clave en el proceso educativo y ha aprendido que los retos son en la mayoría de los casos la mejor fórmula para implantar una idea. "Hay que hacer cosas fuera de lo normal. No puedes dejar que los alumnos vayan a clase a aburrirse, debes incentivarlos", opina. Para él una de las principales carencias en la educación actual es "la falta de relación con el entorno". "Nos centramos mucho en la teoría, pero falta colaboración con empresas, administraciones...".
Con esta filosofía, el docente ha promovido en los últimos años numerosos proyectos. Este curso, por ejemplo, volverán a participar en la iniciativa "Cansat" de la Agencia Espacial Europea, que consiste en construir un satélite del tamaño de una lata de refresco. El centro candasín ya formó parte de la edición de 2021, llegando incluso a clasificarse para la fase final que tuvo lugar en Granada. Por desgracia, una ola de coronavirus en el concejo impidió a los alumnos viajar. "Lo teníamos todo listo, pero este año volveremos a probar suerte", adelanta Redondas.
También están a la espera de poder realizar un nuevo lanzamiento de una sonda espacial. En 2019 utilizaron helio para conseguir que el globo ascendiese, pero el incremento de precios les ha impedido hacerse otra vez con el gas. Aún así, mantienen la esperanza de que el mercado vuelva a cifras más estables y mientras han comenzado a trabajar con drones e inteligencia artificial gracias a una colaboración con una fundación de Zaragoza.
