El otro personaje, el Padre Ángel. Juan J. Linz explica que en la "religión política" clérigos usan el apoyo de las autoridades políticas para perseguir su propio ideal y sus propios intereses morales y materiales. Así entiendo que el Padre Ángel, que por cierto no gozaba de las simpatías del finado párroco poleso D. Juan Bautista, pida el Premio Princesa de Asturias para la Moncloa o considere a Pablo Iglesias el salvador de nuestro país. Juan J Linz cuenta como siendo niño en Alemania vio bendecir la mesa dando gracias al Führer y cómo vio asistir un turista a tumba de Lenin con la devoción que un cristiano visita el Santo Sepulcro.
Dos personajes: dos listillos.