Pajares,

Andrés VELASCO

El cierre de campaña para las estaciones asturianas ha sido tan irregular como lo ha venido siendo toda la temporada. Si hace poco más de dos semanas las instalaciones del Principado consiguieron sus mejores registros tanto de pistas como de superficie esquiable, este cierre de campaña se hace bajo mínimos y con muy poca oferta para los esquiadores asturianos.

En la jornada de ayer, la estación lenense de Valgrande-Pajares solamente pudo ofertar una superficie esquiable de un kilómetro, repartido en tres pistas. Los remontes abiertos fueron dos, los telesillas de Cueto Negro y Hoya de Cueto Negro. Las instalaciones de la allerana Fuentes de Invierno tuvieron un poco más de suerte, y llegaron a habilitar poco menos de dos kilómetros, repartidos en cinco pistas (dos verdes, una azul y dos rojas), con unos espesores de entre 15 y 40 centímetros. Los remontes abiertos al público fueron los telesillas Llana'l Fitu y Entresierras, el telesquí Toneo y la Cinta.

Por último, la estación leonesa de San Isidro, limítrofe con el Principado, y que cerrará la temporada, al contrario que las instalaciones asturianas, dentro de dos semanas, presentó la mejor oferta para los deportistas asturianos amantes del deporte blanco. San Isidro habilitó un total de seis remontes, que dieron acceso a nueve pistas (una verde, dos azules, cinco rojas y una negra), y que supusieron un total de 9,6 kilómetros habilitados para el esquí, con espesores de nieve entre los 20 y los 70 centímetros, de calidad polvo.