Madrid / Langreo,

I. E. / M. A.

El Ministerio de Industria pretende «mantener abierta la opción del carbón autóctono». Para conseguirlo «ya ha manifestado en el seno de la Unión Europea, que la decisión de poner fin a las subvenciones que percibe el sector del carbón en 2018 debe ser revisada». Pero, de momento, «el Gobierno debe cumplir con lo dispuesto en la Decisión comunitaria si quiere seguir repartiendo ayudas a la producción y a los prejubilados del sector del carbón», según manifestaron ayer a LA NUEVA ESPAÑA fuentes oficiales del departamento dirigido por Miguel Sebastián.

Industria explicó su postura después de que este periódico desvelara, en su edición del domingo, que Sebastián, en una reunión mantenida a principios del mes de mayo con los secretarios generales de FITAG-UGT y la Federación de Industria de Comisiones Obreras, Antonio Deusa y Felipe López, respectivamente, les planteara que el nuevo plan del carbón, que el Gobierno quiere firmar antes del fin de la presente legislatura, debe de ser el del cierre del sector.

Ante el total rechazo por parte de los dos líderes sindicales a la posición anunciada por el Ministro, y tras dejar bien claro que si el Gobierno no modifica sus posiciones el acuerdo será imposible, Sebastián adujo que la decisión adoptada el pasado diciembre por la Unión Europea no deja otro margen de maniobra ya que sólo permite ayudas al cierre de las empresas y fija además una drástica reducción de las subvenciones. De hecho, el reglamento europeo vigente, que sólo permite ayudas al cierre y no a la producción como venía sucediendo hasta ahora, estipula en uno de sus artículos que, en el año 2013, las ayudas a las empresas se deben de reducir no menos de un 25%, un 40% en 2015, un 60% en 2016, y un 75% en 2017, hasta desaparecer totalmente a finales de 2018. Por lo tanto a partir de esa fecha sólo podrían continuar su actividad las explotaciones no deficitarias, ninguna de las que en la actualidad existen en las comarcas mineras españolas.

Según se aseguró ayer desde el propio Ministerio, «el Gobierno planteará la posibilidad de revisar los planes de cierre, en las próximas reuniones que se mantengan al más alto nivel», entre los veintisiete miembros de la Unión Europea «porque no tiene sentido prescindir de la única fuente fósil de carácter autóctono ampliamente disponible en España y en Europa». Además, asegura Industria, «los recientes acontecimientos de Japón y del norte de África demuestran que es necesaria una revisión de la Decisión». Pero mientras esta decisión no se modifique, «el Gobierno debe cumplir con lo dispuesto en la Decisión comunitaria» porque «de lo contrario, tanto las ayudas que se prestan a los productores mineros como las prejubilaciones deberían ser interrumpidas ante una posible investigación por parte de la Comisión Europea».

Miguel Sebastián anunció también a los dirigentes de FITAG-IGT y la FI de CC OO que el dinero destinado a la reactivación en este nuevo plan que el Gobierno socialista quiere firmar en los próximos meses se reduciría drásticamente, hasta tal punto que los fondos mineros, tal y como los conocemos hoy, desaparecerían, principalmente los destinados a infraestructuras, y sólo se concedería algún tipo de ayuda dirigida a la creación de empleo y a la atracción de empresas para las comarcas carboneras.

Desde el Ministerio no se aludió ayer a esta reducción del volumen de recursos disponible para la reactivación de las comarcas mineras aunque sí se subrayó que «el compromiso del Gobierno con estos territorios es firme» y «la reactivación estará incluida dentro del nuevo plan», porque la pretensión del Gobierno es que este «nuevo Plan proporcione alternativas de empleo a los territorios».

Así las cosas, el ejecutivo central, como ya ha venido informando este periódico «se sentará próximamente con los sindicatos y con la patronal del carbón para hacer un balance de la evolución del Plan vigente y sus expectativas para el próximo año y medio para estudiar los aspectos mejorables de cara a la elaboración de un nuevo plan» en el que se incidirá «en los aspectos que hayan sido satisfactorios».