Langreo / Mieres,

L. M. D.

Los pantanos de las Cuencas se encuentran al 78,5% de su capacidad, un 8,6 por ciento más que hace un mes. Según los datos ofrecidos por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, el embalse de Alfilorios, en Morcín, acumula 7,65 hectómetros cúbicos de agua, por lo que se encuentra al 93,8% de su capacidad. Los embalses de Tanes y Rioseco, que abastecen a buena parte de la zona central de Asturias, almacenan 28,23 hectómetros cúbicos, el 76,77 por ciento de su capacidad máxima.

Las lluvias de los últimos días han permitido a los embalses de las comarcas mineras aumentar el nivel del agua embalsada. Globalmente, el año pasado, a estas alturas, los tres pantanos sumaban 37,91 hectómetros cúbicos de agua embalsada, una cantidad algo superior a la de este año. La reducción de la actividad industrial en la región está haciendo que, a pesar de que el invierno está siendo más bien seco, el agua almacenada no se resienta en exceso y se mantenga en niveles similares a los de años anteriores.

Los pantanos de las comarcas mineras se encuentran, además, por encima de la media de los embalses de su cuenca hidrográfica, la del Cantábrico. En esta zona las presas están al 71,7% de su capacidad. A nivel estatal, los pantanos acumulan el 62,5% del agua que pueden almacenar. Por zonas, la que mejor está es la de las cuencas internas del País Vasco (90,5%) y la peor, la de Galicia costa (50,1%).

En agosto, los pantanos de las Cuencas estaban a rebosar y se encontraban al 93% de su capacidad. En tan solo dos meses, y por la falta de precipitaciones, este nivel se desplomó y llegó a ser del 63 por ciento en octubre. Desde ese mínimo en otoño la cantidad de agua almacenada en las presas no ha hecho más que subir de forma progresiva hasta alcanzar los niveles actuales del 78,5%.