El tremendo embudo circulatorio que se lleva formando en la carretera del puerto de Pajares durante las últimas semanas fue resuelto ayer. La empresa encargada de las obras de rehabilitación de un talud, que mantiene cortado uno de los carriles, ha situado a dos operarios para regular el tráfico, lo que permite una mayor agilidad de paso para los vehículos que los semáforos reguladores.

El problema de atascos se producía los fines de semana. El viernes y el sábado, las caravanas se provocaban en dirección León, cuando muchos asturianos salían hacia la meseta para aprovechar el sol castellano. La pasada semana, se llegaron a formar colas de hasta cuatro kilómetros. En dirección al Principado de Asturias, los mayores problemas tenían lugar los domingos por la tarde, cuando se realizaba la operación regreso.

Hasta ahora, la regulación del tráfico se realizaba exclusivamente con semáforos con un temporizador. Los dispositivos daban paso alterno sin tener en cuenta si había o no coches esperando. Si la mayoría del tráfico iba en un sentido, los conductores podían estar esperando su turno de paso sin que en dirección contraria circulara ni un solo vehículo. Las retenciones llegaban hasta una hora y la situación provocaba la indignación y las protestas de los usuarios de la carretera.

Hace unos días, la Guardia Civil ya había enviado a una patrulla encargada de regular el tráfico, dando paso en uno u otro sentido en función de la densidad circulatoria para que fuera fluida. Ayer eran dos operarios los encargados de velar por que el paso vehículos se produjera de la forma más rápida posible evitando los atascos. Con sendos walkie-talkies, los dos obreros se comunicaban para detener y dar paso a los conductores en el tramo cortado, lo que alivió en buena manera las esperas de los conductores, que fueron mucho menores que con la regulación semafórica controlada por un temporizador.

Las obras de reparación del talud en la carretera del puerto asturiano comenzaron a finales de diciembre del pasado año. La zona alta de la subida de Pajares sufría frecuentes desprendimientos, lo que obligó al Ministerio de Fomento a acometer unas obras que se han alargado más de lo previsto. En principio, los trabajos se iban a extender entre dos y tres meses. Más de medio año después, los obreros siguen reparando el talud. Concluirán en agosto.