Los mineros de León siguen en pie de guerra. Más de un centenar de trabajadores de la Compañía Minera Astur-Leonesa (CMAL) protestaron ayer en el acceso de la térmica de Compostilla II, en Cubillos de Sil (León). Durante la movilización, impidieron el paso a los camiones con carbón importado hasta la central. Han anunciado que mantendrán esta protesta hasta conseguir una reunión con Endesa, en la que quieren debatir la quema de carbón nacional para garantizar su futuro.
La compañía eléctrica ya ha rechazado en una ocasión mantener el encuentro con los trabajadores. Ocurrió a principios de esta semana y los mineros no dejaron los días pasar: el miércoles cerraron ya el paso de los camiones hasta la central térmica. Los cortes en el acceso se alargaron durante algo más de tres horas, tanto en la jornada del miércoles como ayer.
La plantilla de la Compañía Minera Astur-Leonesa está atravesando un momento muy complicado. Todos los trabajadores están inmersos en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). La compañía se adhirió a esta medida con una previsión de descenso o incluso anulación de la compra de carbón por parte de las eléctricas. La compañía cuenta con casi 300 empleados en la mina de Cerredo (Asturias), la mayoría son vecinos del Bierzo, Laciana y Asturias. Llevan meses esperando un incremento en el número de toneladas de carbón a las empresas eléctricas y a una solución a la crisis minera. También se han sucedido los encuentros con representantes políticos, como el mantenido ayer por el comité de empresa con miembros de Unidos Podemos.