La empresa municipal de autobuses de Mieres (Emutsa) hace tiempo que circula por carreteras con curvas sinuosas y con el depósito en reserva. La compañía lleva desde principios de siglo conviviendo con recortes, planes de diversificación y amenazas de cierre. El primer escollo lo salvó en 1999, cuando el municipio bajó de los 50.000 habitantes y dejó de tener la obligación de prestar el servicio. El gobierno local del socialista Luis María García decidió mantener las líneas pese a que ya por entonces la carga económica era muy pesada. La segunda gran crisis se produjo en 2012, cuando el Ayuntamiento, casi en quiebra, tuvo que acogerse al plan estatal de ajuste. Se redujeron frecuencias y hubo regulaciones de empleo, pero la empresa siguió adelante con una reducción de la aportación económica municipal del 40%, quedando en unos 750.000 euros. Ahora Emutsa está de nuevo en serias dificultades. El Ministerio de Hacienda ha pedido su "liquidación" por su condición de empresa pública deficitaria.

Lo que diferencia esta crisis de las anteriores es que, por primera vez, no parece que la decidida voluntad del Ayuntamiento por sostener la compañía sea argumento suficiente para garantizar sus supervivencia. El pasado 21 de julio llegó al consistorio una carta del Ministerio de Hacienda a través de la que, a efectos prácticos, la administración central le daba la extremaunción a Emutsa. En tono duro, la misiva esgrime que la ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, aprobada en 2012, contempla la disolución automática de las entidades públicas deficitarias que no hubiera corregido su situación a fecha del 1 de diciembre de 2015. La carta daba un ultimátum de 15 días para presentar el acta de un acuerdo plenario sobre el cese del servicio. En ese punto, el Ministerio apercibía al Alcalde y le recordaba que puede incurrir en "responsabilidad personal" si incumplen la ley de Transparencia y Buen Gobierno. Así, el Ejecutivo central se reserva la adopción de medidas legales contra el regidor llegado el caso.

Cartas similares, casi idénticas, llegaron a otros ayuntamientos, como el de Gijón, también con empresas públicas deficitarias. Antes las reacciones políticas y sociales contrarias a la medida, el Ministerio de Hacienda ha suavizado el lenguaje, si bien no el mensaje. Fuentes ministeriales puntualizaron que las cartas remitidas pretendían requerir información sobre la situación de las compañías y buscar soluciones que permitan que sigan activas. Pero lo cierto es que, en dichos escritos lo que consta textualmente es que los consistorios tienen 15 días para remitir "la información relativa a la extinción de la entidades dependientes (...)".

"No han retrocedido, van en serio y buscan acabar con los servicios públicos". La concejal responsable de Emutsa, Delia Campomanes, se muestra totalmente desconfiada una vez que Hacienda ha rebajado el duro tono con el que inicialmente solicitó la "liquidación" de la empresa de autobuses. El gobierno mierense de IU se ha mantenido en todo momento firme en su defensa de Emutsa. Ha contado con el apoyo del resto de grupos políticos y del movimiento vecinal. El pasado jueves, coincidiendo con una reunión extraordinaria del consejo de administración de Emutsa, unas 300 personas se concentraron frente al Ayuntamiento para mostrar su apoyo a Emutsa. Fue un gesto casi espontáneo, ya que la protesta se convocó con apenas unas horas de plazo. El Gobierno del Principado, por su parte, ha ofrecido apoyo "técnico y jurídico" para evitar el cierre.

Esta claro que Emutsa tiene respaldos, pero también es evidente que se enfrenta problemas graves. Necesita más usuarios y equilibrar ingresos y gastos. El año pasado contabilizó 768.458 viajeros, apenas un 0,34 por ciento menos que en 2014. Cabe destacar que esa caída de usuarios fue del 5,8 en 2014 y del 14,9 en 2013. Este año las cosas no marchan bien, ya que en el primer cuatrimestre de este año, entre enero y mayo, la empresa perdió de nuevo 15.203 viajeros, un 4,7 por ciento. El resultado contable, por su parte, se saldó en 2015 con un déficit de 640.591 euros, el mejor resultado desde 2004. Esta desviación obligó al Ayuntamiento a poner 750.000 euros, cubriendo el déficit del ejercicio y sus necesidades económico-financieras. Actualmente, la empresa cuenta con 26 trabajadores fijos, aunque, con las plazas eventuales, supera habitualmente la treintena de empleos.

Emutsa lleva años con el cinturón apretado. No se recuerda cuando se compró el último autobús nuevo, ya que los últimos se adquirieron a Gijón por 2.000 euros cada uno. Pese a todo, las cuentas no salen y Hacienda está al volante.