La Consejería de Cultura ha aumentado su inventario de bienes de interés cultural con el nuevo yacimiento descubierto en la Carisa. El recinto de Carraceo, que casi con total seguridad fue un punto de vigilancia para los romanas, se incluye en el catálogo de bienes protegidos por estar vinculado a la Vía Carisa. Con el de Carraceo, son ya cuatro yacimientos los protegidos en la emblemática zona, eje de la estrategia bélica para la romanización de Asturias.

La Vía Carisa unía la Meseta con Noega (el puerto de Gijón). Fue en los montes entre Aller y Lena donde los romanos tuvieron que invertir más ingenio, con el objetivo de salvar el desnivel. La construcción, en forma de zigzag, se considera aún hoy un ejemplo de topografía. Debe su nombre a Publio Carisio, legado de Augusto, que ordenó construirla para romanizar el territorio que actualmente ocupa Asturias.

Siguiendo la Vía Carisa desde Pendilla (León) hacia Asturias, el primer yacimiento protegido por Cultura es el campamento del Picu L.lagüezos. Descubierto en 2010, tiene una extensión de cerca de cuatro hectáreas. La investigación desveló que albergó a una formación militar de envergadura: los legionarios viajaban con sus propios artesanos destinados a la reparación de armas. Está ubicado entre los municipios de Lena (Asturias) y Villamanín (Asturias). La vertiente asturiana está investigada y en la zona leonesa, durante el último verano, se ejecutaron una serie de actuaciones destinadas a conocer mejor sus secretos.

Siguiendo el camino que marcaron los romanos, en dirección a Asturias, aparece el campamento de Curriel.los. Joya de la Carisa por su envergadura (como cinco campos de fútbol) y su fortificación, que pudo ser ampliada hasta en cinco ocasiones. Algunos investigadores sitúan en el entorno de este yacimiento la rebelión astur, documentada en el año 22 antes de Cristo. Lo descubrieron Jorge Camino, Yolanda Viniegra y Rogelio Estrada. Tres expertos que trabajaron durante años en el lugar a través de un mecenazgo de Cajastur. Es uno de los campamentos romanos que se han descubierto en Europa a una mayor altitud: 1.500 metros.

La construcción parece apuntar que los romanos estaban sometidos a una fuerza hostil. Pero los arqueólogos saben que los romanos vencieron: en la parte más alta de la construcción, hallaron restos de hogueras. Si los legionarios encendían fuego sin miedo a ser vistos, es que ya no había enemigos en el entorno. Cuando los expertos estaban trabajando en el lugar, avistaron un nuevo yacimiento justo enfrente.

Esa ubicación, en el monte Homón de Faro, hizo pensar en un principio que se trataba de un poblado astur. Pero las pruebas de Carbono 14 desvelaron que se trataba de una construcción posterior: fue levantada entre finales del siglo VII y mediados del VIII. Los estudios arqueológicos apuntan a que el yacimiento de Homón de Faro forma parte de la última resistencia del reino visigodo y son el antecedente a la formación del Reino Astur. Sus murallas ardieron sin signos de batalla, lo que indica que los muros se destruyeron tras un pacto.

Y ya de lleno entre los municipios de Aller y Lena está Carraceo. La última pieza, hasta el momento, descubierta en la Carisa. La investigación en el lugar se desarrolló este verano, dirigida de nuevo por Esperanza Martín. Durante los trabajos se recuperaron más de cien restos, de los que casi medio centenar son de origen romano. La investigación aún no ha terminado, pero todo indica que el lugar no albergó barracones ni ningún otro asentamiento de los legionarios.

La Consejería de Cultura, a través de la dirección general de Patrimonio, ya ha incluido este último yacimiento en el catálogo de bienes protegidos. "Es un BIC (bien de interés cultural) por estar vinculado a la Vía Carisa", explicaron fuentes del área regional. Cultura participó en la investigación, junto a los ayuntamientos de Lena y Aller. No será necesario iniciar un nuevo expediente para proteger el enclave, concretaron las mismas fuentes.