El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, ubicado en Sabero, y el Centro de Experiencias y Memoria de la Minería del pozo Sotón estrecharon ayer lazos gracias a una visita organizada por los leoneses. Una treintena de vecinos de las cuencas mineras de la comunidad autónoma vecina pudieron conocer las instalaciones asturianas y comparar las diferencias que hay entre unos y otros territorios. El director del museo leonés, Roberto Fernández, encabezó la comitiva, donde también se encontraba algún exminero. Todos fueron recibidos por Guillermo Laine, director técnico de Sadim, una de las filiales de Hunosa.

Los visitantes no bajaron al interior del pozo Sotón, declarado Bien de Interés Cultural, pero sí pudieron recorrer su perímetro. También pasaron por el memorial de los fallecidos en accidentes de mina, el botiquín y, por supuesto, el interior de la casa de aseos donde se encuentra una de las partes más destacadas de la visita l a Centro de Experiencias y Memoria de la Minería.

El director del museo de Sabero explicó que "tenemos un programa cultural y didáctico muy amplio, donde realizamos visitas con contenido minero, patrimonio industrial y lugares que tienen que ver con la minería. La visita al pozo Sotón era de obligado cumplimiento porque es una explotación emblemática de la minería asturiana". Fernández también quiso resaltar las buenas relaciones de su museo con Hunosa y Sadim.

Sobre las comparaciones entre ambos equipamientos, el responsable del museo leonés destacó que "son instalaciones complementarias, porque nosotros tenemos una parte muy centrada en la siderurgia porque estamos en un edificio que acogió la primera siderurgia moderna del país, a mediados del siglo XIX, y tenemos una parte pequeña sobre minería, pero que está centrada más en aspectos didácticos, con conferencias, actividades y cursos".

Entre los visitantes se encontraba Goyo Blanco, de Cistierna, que fue minero en Hulleras de Sabero "desde los 16 años hasta que cerró la explotación, unos treinta años en la mina". Este exminero aseguró que "no había mucha diferencia entre nuestras minas y las asturianas, estábamos a la par tanto en métodos de trabajo como en seguridad". Sobre la experiencia del pozo Sotón, destacó que "me ha llamado la atención el complejo, que da cuenta de todo el movimiento que tuvo que tener, ha merecido la pena venir, porque esto es pisar lo que fue mi vida". Similar opinión expresaba José Gato, quien trabajó en calderería, "en muchas ocasiones destinadas a la minería; la experiencia de Sotón es muy gratificante, es mucho más grande que lo que tenemos en León". María del Mar Getino, de León, aseguró que la visita "es muy interesante, sobre todo por conocer la historia de la mina".