En la protesta de ganaderos de ayer en Campo de Caso se leyó un manifiesto, acordado por los organizadores, en el que se enfatizó en el "yugo burocrático" del que son presa los pueblos. "No queremos más ayudas ni subvenciones, queremos que se nos respete y se nos escuche", subrayaron los asistentes.

"Llegó el momento de que se escuche a los vecinos, a los ayuntamientos, a los representantes de los ganaderos, a la voz viva de los pueblos, y de que se legisle para los pueblos y no en contra de ellos. Que se reconozca a los verdaderos guardianes del paraíso, más allá de discursos y promesas electorales, señalaron en la lectura del manifiesto, que aseveraron estar "hartos de campañas de apoyo a la ganadería, a los alimentos de calidad, a la carne y los quesos del paraíso, mientras que sus actos hunden cada día más al campo".

En el escrito, los ganaderos y vecinos de los pueblos se muestran "hartos de que primen y hagan caso a estudios y estudiosos de "Uni" y sillón, y se dejen morir en el olvido la experiencia de nuestros mayores, la memoria viva de los que tallaron con su manejo el paisaje hasta nuestros días, y que no lo harían tan mal cuando casi todas las zonas con ganadería extensiva en Asturias son ahora algún tipo de espacio protegido". Además, están "hartos de mantener depredadores insaciables con nuestro ganado, en especial nuestra reciella (cabras y ovejas), las infatigables desbrozadoras de nuestros montes, la mejor herramienta de prevención contra los incendios, tal y como las usan otras comunidades y países, mientras que Asturias aboga por el abandono y la represión".