Se siente mayor. Y más aún dentro de seis meses. Eso es lo que le ocurre al duque de Edimburgo a sus 96 años, cuando su esposa, la reina de la Gran Bretaña, cumple cinco años menos y no se retira ni abdica. Y su hijo también se hace mayor y por muchas ganas que tenga de ser algún día rey, lo tiene duro, porque su madre está en plena forma, no se pierde jolgorio y viste con colores que llaman la atención por su elegancia.
¿Cómo logran los monarcas ingleses llegar a esa edad tan longevos? Es cuestión de buena vida, comida o bebida. Quizá la atención médica sea esencial para llegar tan bien a una edad tan avanzada. Porque esa atención de un buen médico de cabecera quizá sea el secreto de cumplir casi los cien años y tener su cabeza perfectamente centrada y no hacer ni decir tonterías. Y encima calcular qué hacer dentro de seis meses.
La verdad es que 96 años son muchos y envidiables cuando se arrastran bien. Y si no se arrastran, mejor. Felicidades, Majestad consorte, y páselo usted bien.