El primer tren de viajeros del mundo impulsado con gas natural licuado realizó ayer en Mieres la primera simulación de un trayecto entre estaciones. En concreto, la locomotora se trasladó por la mañana desde Figaredo hasta el casco urbano de la capital del concejo. Fuentes de Renfe destacaron que la prueba se superó con total normalidad y que a lo largo de la semana se prevé ampliar el radio de acción con viajes ya fuera del concejo. De hecho, la compañía ferroviaria ha reservado para la realización de las pruebas un tramo de unos veinte kilómetros entre las localidades asturianas de Figaredo y Trubia. En este circuito se desarrollará todo el procedimiento de chequeo del novedoso y ecológico sistema de propulsión.

Si bien inicialmente se anunció que el tren estaría en periodo de pruebas durante un mes, la planificación actual de Renfe pasa por un periodo mucho más amplio. Así, los técnicos ferroviarios encargados del control y del mantenimiento del trazado férreo han sido informados de que el procedimiento se puede alargar hasta mayo. Y es que Renfe quiere recabar hasta el último dato en lo relativo al funcionamiento del motor. La compañía ferroviaria ha anunciado que considera que "el uso del gas natural en el transporte ferroviario, actualmente ya uno de los más sostenibles, puede contribuir a reducir la contaminación al disminuir las emisiones de óxidos de nitrógeno, los óxidos de azufre y el monóxido del carbono (CO2)". "Al mismo tiempo, reduce la contaminación acústica y los gases de efecto invernadero", añadieron. Todo listo para viajar al futuro de Renfe.

De momento, las primeras pruebas se han realizado según la planificación prevista y el tren ya circuló ayer con normalidad fuera de la estación de Figaredo, centro de operaciones elegido por Renfe. Ese mismo recorrido, entre Figaredo y Mieres, se repetirá hoy, pero el convoy circulará con viajeros. Los ministros de Fomento, Íñigo de la Serna, y de Energía, Álvaro Nadal, se desplazarán a Mieres para supervisar el proyecto.

El objetivo de estos ensayos es sopesar la viabilidad del gas natural licuado como sistema de propulsión en trenes. También sus eventuales ventajas ambientales y económicas frente al mecanismo tradicional, para poder sustituir a los actuales trenes de tracción diésel. En el marco de este proyecto, si las pruebas dan buen resultado, Renfe sopesa implantar el sistema de propulsión de gas natural en una serie de trenes de Cercanías en la región. Un servicio, según ha asegurado la operadora en un comunicado, que sería "pionero en Europa".

De momento, tanto el movimiento vecinal de Mieres como el propio Ayuntamiento ya han pedido públicamente que si el tren de viajeros impulsado con gas licuado funciona, su primer destino debería ser el municipio. En el proyecto también participan la Unión Europea, Enagás y Gas Natural.