El "krav magá" es un sistema de combate y defensa personal israelí cuya práctica se está extendiendo de forma exponencial en todo el mundo. Y es que resulta idónea, sobre todo, para los talleres de defensa personal como el que organizó ayer el Ayuntamiento de Langreo y donde participaron unas veinticinco personas. El éxito de la convocatoria ha sido tal, que ya están estudiando una segunda edición.

Las mujeres fueron citadas en el gimnasio Kam Do de La Felguera, que colabora con el Consistorio cediéndole sus instalaciones, ya que el seminario lo impartió el colectivo "Krav magá Gijón". Uno de sus integrantes, Armando Carriles, explicaba que este sistema de defensa "se basa en la simplicidad, la eficacia y la contundencia; además, está pensado para defenderse en la calle, a diferencia de las artes marciales". De hecho, en el "krav magá" se utilizan los brazos y las piernas, pero también está permitido escupir, morder, usar el bolso o el paraguas, "lo que haga falta para salir del problema", destacó Carriles.

Entre las participantes había mujeres de todo tipo, tanto jóvenes como mayores, ya que el "krav magá" no entiende de edad ni de condición física. Entre éstas se encontraba Ana Medina, quien aseguró que se apuntó al seminario de defensa personal "porque quiero sentirme más segura, sobre todo cuando voy caminando por la calle". Tras ver los primeros movimientos del "krav magá", está mujer apuntó que "es interesante, aunque al menos desde fuera se me hace algo complicado". No opinaba lo mismo Shimara Torre, que acudió al taller junto a su madre. "Me apuntó ella -por su madre-, pero la verdad es que creo que es muy interesante tener algún conocimiento de defensa personal porque nunca sabes lo que te va a pasar", destacó. Para esta joven era la primera vez que asistía a un actividad de este calado, pero afirmó que "haré todo lo posible por aprender".

En las artes marciales, los deportistas utilizan el peso de su oponente como ventaja, pero en el "krav magá" se golpea, ya que al estar basado en la lucha en la calle "tienes que adaptarte a la vestimenta, no es lo mismo ir con un kimono que con vaqueros y tacones, ya que no puedes levantar la pierna de la misma forma y entonces tienes que buscar otra manera de defenderte", apuntó el entrenador.

El seminario se desarrollará a lo largo de cuatro sesiones de una hora cada uno los sábados. Un tiempo corto pero que, según Carriles, "permite tener unos conocimientos básicos suficientes, otra cosa es que quieran avanzar, ya que también existe un programa técnico". Hasta el seminario también acudieron ayer la concejala de Igualdad y el alcalde de Langreo, Blanca Pantiga y Jesús Sánchez, respectivamente. La primera dio cuenta del "éxito" de la convocatoria y la demanda, "que nos hará planificar, al menos, un seminario más, pero mientras haya demanda y tengamos dinero, continuaremos con ello". La concejala motivó el triunfo de esta jornada "por la que nos está cayendo estos días -en clara referencia a lo ocurrido con el caso de 'La Manada'-, que nos invita a aprender defensa personal". El regidor, por su parte, destacó que "la propia situación social anima a este tipo de cuestiones, es una anormalidad social y la respuesta, por tanto, tiene que ser fuera de la normalidad". Para Sánchez, las administraciones "deberíamos reflexionar sobre por qué se dan este tipo de necesidades y es porque hay muchas mujeres que se sienten inseguras".