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La nave de Urueña, en el polígono de La Cuadriella.FERNANDO GEIJO

Las naves vacías de Turón serán difíciles de vender, advierten los economistas

Representantes del sector afirman que el tamaño de las instalaciones y su ubicación, con accesos "muy mejorables", no atraen a las empresas

Naves "demasiado grandes", construidas en lugares con accesos "muy mejorables" y sin un plan de viabilidad sólido. Así ven los economistas consultados por LA NUEVA ESPAÑA las instalaciones que quedaron libres en la comarca del Caudal tras la caída de las empresas presentadas como estandarte de la reconversión. Buenos ejemplos son las plantas de Diasa Pharma y Construcciones Urueña, las dos sin actividad desde hace más de un lustro y puestas a la venta por los bancos que las embargaron. No ha aparecido nuevo propietario y, advierten los expertos, no será fácil que lo encuentren.

"Son empresas que estaban sustentadas únicamente al calor de las subvenciones, sin un plan serio". Palabras de Esteban Fernández Vázquez, profesor de Economía Aplicada en la Universidad e investigador de Regiolab. Matiza, a renglón seguido, que "es una opinión personal y superficial, ya que no conozco ningún estudio elaborado hasta el momento sobre este asunto".

Los hechos son incuestionables. Diasa Pharma cesó la actividad sólo un lustro después de su puesta en marcha. Sufrió una caída agónica y tanto su socio mayoritario, Manuel Adenso, como Sadim -filial de diversificación de Hunosa que participó en el proyecto- fueron inhabilitados por el Tribunal Supremo por su gestión de la farmacéutica. La planta lleva más de siete años sin actividad y es propiedad de cinco años.

"Es prácticamente invendible", afirman desde los sindicatos. Por el reparto de los activos, que dificulta llegar a un acuerdo. Miguel de la Fuente, decano del Colegio de Economistas de Asturias, ve dos problemas en esta nave: su tamaño y su ubicación. "Estas naves se construyeron sin tener en cuenta la realidad empresarial de la región", señaló De la Fuente. Una realidad formada por pequeñas y medianas empresas que tienen poco encaje en unas instalaciones tan grandes.

No demasiado lejos de la salida de la Meseta, pero sí mal comunicado. Desde el punto de vista del decano del Colegio de Economistas, "valles como el de Turón o el concejo de Aller no están tan bien comunicados como otras zonas de la región, incluso de las Cuencas".

Lo mismo sería aplicable a la nave de Construcciones Urueña. Las instalaciones están sin uso desde hace más de un lustro, cuando la empresa quebró, y están justo frente a la nave de Diasa. Con una extensión de 6.600 metros cuadrados, se vende a través de un portal inmobiliario de una entidad bancaria. Su precio exacto es de 1.550.000 euros.

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