Los expertos lo advirtieron ya el primer día. La reparación de los daños que ocasionó el argayo en el pueblo lenense de La Cortina, que hace justo una semana arrolló tres casas y dejó inaccesible el centro de la localidad, será "larga y costosa". La alcaldesa, Gema Álvarez (IU), visitó ayer otra vez el pueblo para poner al día a los vecinos sobre los avances en el proyecto. Está previsto que el Principado ponga el presupuesto, pero toda la tramitación dependerá del Consistorio. Para empezar, según los primeros informes, serán necesarios nuevos derrumbes para fijar la ladera.

"Una de las casas, que quedó parcialmente derribada durante el argayo, tendrá que derrumbarse para asegurar que no hay nuevos desprendimientos sobre el pueblo", explicó la máxima dirigente local. Sólo un primer paso para alcanzar el objetivo que más preocupa a la regidora: "Lo principal es asegurar la ladera, no queremos lamentar más daños", afirmó la dirigente local.

Siguiente fase, no menos complicada: limpiar todo el centro del pueblo. Las piedras de gran tamaño -que sumaban cerca de 100 toneladas, según el primer informe- arrollaron una casa en la ladera. Siguieron rodando por la montaña y terminar por impactar sobre otra vivienda en la parte baja. Desde ese momento, el acceso a la zona está cerrado. Es decir, hay seis familias que no saben cuándo podrán volver a sus casas (la mayoría viviendas familiares, con una gran carga emocional, pero que se habitan durante fines de semana y vacaciones).

"Será difícil y llevará un tiempo", afirmó ayer Gema Álvarez. La Alcaldesa aún no maneja ningún presupuesto, pero desde el Principado estiman que el alcance de las actuaciones es comparable al de retirar el argayo de Anzó -que dejó prácticamente incomunicado al concejo de Caso-. Con una salvedad: aquí, las obras estarán rodeadas en todo momento por casas habitadas. La Alcaldesa agradeció el comportamiento y la actitud de los vecinos de La Cortina: "No han perdido los nervios, son un ejemplo".