La concejalía de Obras del Consistorio langreano está valorando la utilización de pintura antigrafitis. Se trata de barnices que forman una película protectora que "permite eliminar una pintada sólo con agua y un trapo", aseguró Elías López.

Esta pintura se aplicaría en aquellos edificios en los que con anterioridad se realizaron pintadas pero también en otras construcciones municipales emblemáticas céntricas". Entre ellas figurarían los quioscos de la música de La Felguera y Sama y la oficina de turismo, entre otros. El Ayuntamiento valorará en los próximos días su adquisición y si es así, elaborará un lista con las instalaciones en las que se aplicaría la pintura antigrafiti. Este barniz se extiende con rodillo, brocha o pistola neumática. Si se extiende en superficies como el ladrillo o el hormigón son necesarias dos capas para que las pintadas se adhieran a la superficie y sea necesario volver a pintarlas.

Meses atrás el grupo municipal de Ciudadanos reclamó al gobierno local que incluyese una partida en el presupuesto de este año para eliminar grafitis no autorizados y pintadas en paredes. La edil de esta formación, Nerea Forcelledo, señaló entonces que "estas conductas incívicas afectan a la propiedad municipal, a propiedades privadas, incluso a fachadas de comercios o negocios". Por eso, abogó por incluir una partida en los presupuestos para la limpieza de zonas especialmente degradadas, y ayudas para particulares.