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El sector hotelero echa el freno tras una década de constante crecimiento

El número de plazas turísticas, 3.441, apenas aumentó este año, y los profesionales reclaman mayor promoción y menor carga impositiva

Rioseco, en el parque de Redes, con la peña Gamonal a la izquierda, Les Collaínes, la Collá Imblenes y Cuyargayos a la derecha y Retriñón en el extremo, en primavera. J. R. SILVEIRA

El sector hotelero de las Cuencas ha echado el freno. Tras una década de constante crecimiento en el número de establecimientos y plazas de alojamiento, el pasado 2017 las camas ofertadas apenas crecieron: pasaron de 3.437 a 3.441. Es además la primera vez en lo que va de siglo en la que se produce un incremento tan discreto. Desde 2008, el sector había crecido en más de un 30,5 por ciento. Los motivos de esta paralización son varios. Las tasas de ocupación el turismo rural -el predominante en las comarcas mineras- son más bajas que en las grandes ciudades, la alta inversión necesaria para poner en marcha este tipo de negocios, la mayor exigencia y control sobre las subvenciones y también la reducción del poder adquisitivo de la clientela, mayoritariamente nacional. La receta para impulsar el sector es, según el empresariado, la reducción de algunas tasas e impuestos para fomentar la actividad, y sobre todo, una mejor promoción de las Cuencas como destino turístico, ya que "no existe" una promoción constante, profesional y dirigida al público concreto que puede verse atraído por la riqueza natural, paisajística, patrimonial y de equipamientos (como las estaciones de esquí), en los que la comarca es verdaderamente rica.

Aller y Lena encabezan el ranking de concejos de las Cuencas con más plazas hoteleras, con 854 y 713 camas (se incluyen hoteles urbanos y rurales, hostales, pensiones, casas de aldea y apartamentos rurales, albergues, campings, apartamentos turísticos y viviendas vacacionales). A continuación se colocan los municipios del parque natural de Redes, Caso y Sobrescobio, con 456 y 318 plazas respectivamente. Tanto los concejos del Caudal como los del Nalón se quedan muy lejos de municipios que disponen de atractivos turísticos comparables (naturaleza, senderismo, espacios protegidos), como pueden ser Somiedo (1.224 plazas) o Cangas del Narcea (1.141). Un concejo como Cangas de Onís, en plenos Picos de Europa, tiene más camas hoteleras que todas las Cuencas: 4.787 frente a 3.441. Si el foco se pone sobre las áreas que centran su atractivo en el patrimonio industrial y minero, como Langreo, Mieres o San Martín del Rey Aurelio, las comparaciones son aún más odiosas. En Langreo hay 227 plazas hoteleras, por 203 de Mieres y 152 de San Martín. Los museos de la Minería (MUMI), el ecomuseo del Samuño y el pozo Sotón tienen miles de visitantes anualmente, pero esto no se traduce en la creación de una red de alojamientos tan amplia como en otras zonas de la región. "Son visitantes, no turistas. No pernoctan ni hacen gran gasto en la zona", explican los empresarios del sector.

Desde las Cuencas se hace especial hincapié en la necesidad de mejorar la promoción de la zona como destino turístico. En la comarca hay dos parques naturales, Redes y Las Ubiñas, tal vez los más olvidados de Asturias, pese a su enorme potencial en materia de senderismo, escalada, y observación de la fauna. También están los museos mineros e industriales, el Paisaje Protegido de las Cuencas, las estaciones de esquí de Pajares y Fuentes de Invierno y atractivos para el turismo deportivo como el alto de L'Angliru.

Los profesionales subrayan además que la competencia no es con el resto de Asturias -muchos turistas, durante sus días de descaso, visitan otras zonas de la región-, sino con "el resto del mundo". Cruceros cada vez más abundantes, años de Mundial de fútbol como el actual, la estabilización de los países árabes tras las revoluciones y la incertidumbre política de los últimos años... La promoción "profesional y constante" es imprescindible.

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