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Julio José Rodriguez, en el parque Dorado, con el monumento de "La carbonera" a sus espaldas.FERNANDO GEIJO

JULIO JOSÉ RODRÍGUEZ | Escritor y organizador del centenario del monumento a Luis Adaro

"Adolfo Suárez contribuyó con un millón de pesetas a salvar 'La carbonera' en 1978"

"El alcalde, Jesús Sánchez, tiene un plan solvente y si lo logra poner en marcha la escultura va estar garantizada para cincuenta años"

Adolfo Suárez, el que fuera primer presidente de la democracia, contribuyó de forma decisiva a salvar el monumento a Luis Adaro con un cheque de un millón de pesetas que libró en 1978 tras su visita al pozo María Luisa. Así lo destaca el escritor Julio José Rodríguez, que organiza los actos conmemorativos del centenario de la obra del escultor Lorenzo Coullaut, y que tendrán lugar mañana, al mediodía en parque Dorado de Sama.

-La idea de erigir el monumento a Luis Adaro la propuso Eladio García Jove, de Laviana, el 23 de julio de 1915, en el homenaje realizado por La Montera a la egregia figura del alcalde, que para Sama fue extraordinario, Antonio María Dorado.

-Adaro es una personalidad con arraigo.

-Llegó a Langreo a trabajar como ingeniero y vivió en Sama, de ahí que conociera los problemas del concejo. Prueba de ello son el sanatorio y el ramal Soto del Rey-El Entrego, una salida espectacular para este valle. Fue muy generoso y mantuvo un firme compromiso con la sociedad. Así lo vienen a corroborar los mineros de todos los pozos que con una perrona o una peseta contribuyeron al monumento.

-¿Cómo fue lo del himno?

-El himno a Adaro se estrenó en la inauguración del monumento, el 25 de julio de 1918, de la que mañana se cumplen cien años. Al día siguiente, 26, en la prensa, se publica la letra, de la que es autor el escritor gijonés Alfredo Alonso, se cuenta que fue interpretado por la banda municipal y que la partitura la compuso Cipriano Pedrosa. Yo lo reproduzco en el libro del Centenario de La Montera, fundada en 1912. Por cierto, el texto original estaba muy mal puntuado.

- ¿Cuándo dio con la letra?

-En la primavera de 2012, durante la búsqueda de material. El texto del himno está salvado, pero no la partitura, que da por perdida. Contacté con los descendientes de Pedrosa y nadie sabe nada. Del himno a Adaro, su bisnieto Luis me dijo: "Me dejas sorprendido, no lo conocía".

- ¿El coste "La carbonera"?

-El precio del monumento, erigido por suscripción popular, ascendió a 29.384,45 pesetas, de las que el escultor Lorenzo Coullaut Valera percibió 28.500. El Ayuntamiento hizo una de las tres aportaciones de mil pesetas. Por encima, sólo consta una de 2.000 de pesetas, la de Duro Felguera. La restauración de 1979 supuso unos gastos de 2.942.240 pesetas.

- ¿Y las aportaciones para restaurar la obra?

-Adolfo Suárez tuvo un gesto providencial. En su visita de 1978 a "María Luisa", yo hablo junto al pozo con José María Alonso Vega (democristiano de UCD y cuñado de Bernardo Fernández, secretario de la junta para la reconstrucción). Le comento "cómo no preparasteis una parada en 'La carbonera'". Él responde: "Al bajar, pasamos". La comitiva entró por La Montera. El presidente se acercó, la gente se arremolinó, las mujeres dándole besos y yo, venga fotos. Él me pregunta "¿Para qué tantas, no has hecho bastantes?". "En su momento lo sabrá", le digo. Él añade: "Vale, fotos con sorpresa".

- ¿Cuánto envió Suárez?

-Bernardo le sondeó ante monumento: "No habría forma de que nos echase una mano, estamos en dificultad". Suárez no prometió nada, sólo afirmó "tendrán noticias mías". En otoño de 1978, Antonio Checa (líder de la UCD local), me avisa de que tenía un cheque del presidente para "La carbonera". No me imaginé que fuera de un millón de pesetas hasta que vi el talón del Banco Español de Crédito. Suárez no estaba obligado a nada y el donativo, un pastón, no lo rentabilizó políticamente.

- ¿Otras contribuciones?

-La de 400.000 pesetas del entonces titular de Trabajo, Rafael Calvo Ortega, tuvo gestos muy humanos, como cuando en uno de sus viajes visitó al alcalde socialista Maximino González Felgueroso, ingresado por una operación para salvar la vista. Suárez y Calvo Ortega fueron piezas angulares de la reconstrucción. Con ellos recibimos 1.400.000 pesetas y la obra costó 2.942.240 pesetas; el escultor Andrés Rodríguez Cuesta recibió 2.600.000. Cerramos la suscripción con remanente. De ahí vino la Bienal, que aportó a Langreo todos los cuadros que adquirimos para cuando el concejo tuviera una pinacoteca. Por aquí pasaron Antonio López, Genovés, Canogar, Eduardo Úrculo y Pelayo Ortega.

- ¿Alguna reconstrucción más que la de 1979?

-Esa fue la primera. El monumento se caía. Era de piedra de Monóvar, fácil de trabajar, pero muy porosa. En la reconstrucción se usó granito. Ahora el Ayuntamiento tiene un plan de restauración solvente. Si logra ponerlo en marcha, se hablará mucho y bien de Jesús Sánchez como alcalde y como persona preocupada del patrimonio. Si se lleva a efecto, "La carbonera" va a estar garantizada para 50 años.

- El abandono puso en peligro la escultura.

-El monumento fue respetado en la revolución del 34 y durante la guerra civil. Después hubo abandono y por eso en su día cargué las tintas contra la corporación de los tercios. Ante la inacción, me implico en la Sociedad Cultural "La Carbonera". La barbarie llega tras la reconstrucción. Parece obra de un loco, obsesionado con los dedos de "La carbonera". Deben ir cinco o seis restauraciones de esa mano.

- La gente siente el monumento como suyo.

-Goza de una inmensa popularidad y del cariño general. La familia Adaro contribuyó a la restauración y nunca se sintió incómoda porque lo llamen "La carbonera". Aquí, todos nos hicimos fotos de primera comunión, bodas o del día de ramos. Son innumerables las personalidades que lo han visitado. Me atrevo a decir que incluso Unamuno cuando, traído por La Montera en 1923, paseó por el parque. La figura de "La carbonera" representa a Asturias, que es lo que se olvida.

- Mañana, el centenario.

-Van a venir los bisnietos de Adaro. Un nieto de Lorenzo Coullaut Valera, creador de "La carbonera", se ha sumado al centenario con un dibujo en el que recrea el monumento. Su abuelo ganó el concurso para hacer en Madrid el conjunto de la Plaza de España en homenaje a Cervantes. Al fallecer, lo termina su hijo, Federico, que también culminó el de los hermanos Quintero. El escultor era hijo de un francés que se enamoró de una marchenera. El padre lo envió a su país a estudiar ingeniería. Él regresó a España y se convirtió en un gran escultor. Coullaut tiene un museo en su natal Marchena que dirige Concepción Carmona.

- ¿Por qué Coullaut?

-Por la comisión que estaba en Madrid y que contactó con Sebastián Miranda y con Coullaut Valera, quien entonces gozaba de mayor reconocimiento. No encontré documentación sobre si el escultor, sobrino del escritor Juan Valera, vino a Sama, pero seguro que estuvo. Estudiosos de Coullaut, me dijeron que él siempre solía seguir muy de cerca todas sus obras.

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