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El 90% de las mujeres con adicciones son víctimas de maltrato, alertan los expertos

El centro de rehabilitación RED de Mieres afirma que las pacientes sufren violencia "institucional, familiar o social" y están "más estigmatizadas"

Elisabeth Ortega, psicóloga, y Lucía Fernández, trabajadora social, en el centro RED de Mieres. SILVEIRA

"Quizás me merecía los golpes, porque yo me drogaba".

Elisabeth Ortega, psicóloga y responsable del Centro de Rehabilitación en Drogodependencias (RED), sintió un vacío en el pecho la primera vez que escuchó tal afirmación en la consulta. Frente a ella, estaba sentada una mujer en plena recuperación de una adicción. La situación se hizo cada vez más habitual: "El noventa por ciento de las mujeres que atendemos han sido o son víctimas de violencia de género", asegura la experta. Un maltrato que no se queda en casa, ya que también son víctimas de un duro juicio social y sufren más estigmas que ellos.

En el RED de Mieres decidieron que tenían que hacer algo por las mujeres que sufren adicciones. En 2016, la dirección puso en marcha un innovador y pionero programa específico para ellas. En lo que va de año, ya se han adherido al tratamiento especializado de género más de diez usuarias. Incluye sesiones individuales y grupales: "Decidimos impulsarlo porque nos dimos cuenta de que las mujeres tienen una serie de problemas que se suman a su complicada situación. También observamos que se sienten más cómodas hablándolo delante de sus compañeras que en las sesiones mixtas".

"¿Estaba borracha cuando él abusó de usted?", "no eres una buena madre", "si no tenemos sexo, no te podrás colocar". Hay situaciones de violencia institucional, social y familiar que se repiten en prácticamente todas las pacientes que acuden al RED. "El noventa por ciento refiere algún maltrato o abuso, además de los prejuicios a los que se enfrentan, y que son comunes a todas. Ya sólo por el hecho de ser mujer, tienen un sufrimiento añadido", aseguró Ortega.

En consulta ha visto casos "sangrantes". Mujeres de las que dudaron cuando fueron a cursar una denuncia tras una agresión, chicas que se culpan de las palizas, otras que llevan toda su vida soportando violencia familiar. Si bien el RED ha estudiado lo que ocurre en Mieres, es un problema general. La ONG UNAD -la mayor de Europa para el tratamiento de adicciones, y de la que forma parte el centro RED- emitió un comunicado, hace unas semanas, en el que alertaba del sufrimiento de las mujeres con un problema de adicción. También de los estigmas en casos de consumo puntual en un contexto de ocio: "Se continúa penalizando el consumo de drogas por parte de la mujer a causa del prejuicio social y del estigma, considerándose este consumo como un atenuante para los hombres y un agravante para las mujeres en los episodios de violencia social", afirmaron los responsables de la ONG.

El tratamiento

Tardan más en pedir ayuda. Tantos golpes, también ocasionales reticencias de las autoridades, calan en las pacientes. Según la psicóloga del RED, "suelen esconderse, beber o consumir cuando están solas. Piden ayuda más tarde". Una situación que dificulta el tratamiento, especialmente cuando la mujer convive con su maltratador.

A pesar del peso de los estigmas, cada vez son más las que piden ayuda. En el centro RED, ha habido ejercicios con el mismo número de usuarios que usuarias. Las mujeres refieren, principalmente, problemas de adicción a las benzodiacepinas y al alcohol. Ortega hace hincapié en la necesidad de apoyar programas específicos para las mujeres, como el que ya tiene en marcha el RED. El primer sentimiento que quieren erradicar durante los tratamientos es el de la culpa: "Las mujeres no pueden seguir creyendo que merece violencia por su adicción".

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