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El futuro de la instalación eléctrica langreana

La campaña contra el cierre de la térmica de Lada ya ha rebasado las 10.000 firmas

Pilar Varela y Carmen Moriyón se adhirieron a la iniciativa en la recogida de apoyos organizada por los sindicatos en la Feria de Muestras de Asturias

Las instalaciones de la térmica de Lada.

Más de 10.000 personas han mostrado ya su oposición al cierre de la térmica de Lada a través de la campaña de recogida de firmas iniciada por UGT y CC OO del Nalón el pasado mes de febrero. Representantes de los trabajadores estuvieron el pasado 5 de agosto en la Feria de Muestras de Asturias, coincidiendo con la celebración del Día de Langreo, para seguir recabando, apoyos. Entre otros respaldos, obtuvieron el de la consejera de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Varela, y el de la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, que acompañaron al regidor de Langreo, Jesús Sánchez, durante la jornada.

La campaña se puso en marcha hace seis meses y la idea, cuando concluya, es enviar las firmas recogidas a Iberdrola, propietaria de la térmica de Lada, o a las administraciones públicas. Las hojas de firmas que se han repartido por la región piden a los ciudadanos "una firma por la continuidad de las centrales térmicas (CCTT) de carbón; por el empleo y la actividad industrial en las comarcas mineras". Se incluye una fotografía de la térmica de Lada con el lema "No al cierre de las centrales térmicas (CCTT) de carbón" y cuenta con los logotipos comarcales de los dos sindicatos promotores, CC OO y UGT.

Los representantes de las centrales mostraron su satisfacción por la buena acogida de la iniciativa. "Nos estamos encontrando mucho apoyo de la gente, tanto aquí como en la recogidas que se han hecho en otros puntos, como la del pasado fin de semana en la Feria de Muestras de Gijón" -señaló Ángel García Montes, secretario de UGT del Nalón y trabajador de la térmica langreana. Y añadió: "A cualquier sitio al que vas, la gente se implica y nos muestra su preocupación por el impacto que puede tener el cierre de la planta de Lada y del resto de instalaciones similares".

Permisos

Iberdrola puso en marcha el pasado 10 de noviembre los trámites administrativos para iniciar el desmantelamiento y el cierre de la planta térmica de Lada. La compañía eléctrica justificó la decisión por su apuesta para reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera, tal y como exige la Unión Europea (UE). El anuncio de la medida llegó unos días después de que el Congreso diera luz verde a una propuesta de Unidos Podemos para adelantar el cierre de todas las térmicas de carbón en 2020. La moción fue apoyada por PSOE y Ciudadanos, entre otros.

Según los cálculos de la compañía, todas las obras que son necesarias para completar el desmantelamiento de la térmica langreana se prolongarían durante cuatro años. Iberdrola también pretende clausurar la central que tiene en Velilla (Palencia).

La multinacional vasca había realizado inversiones millonarias para adecuar estas dos plantas a las nuevas normativas medioambientales de emisiones de gases. En el caso de Lada, en los últimos años la empresa desembolsó unos 115 millones de euros para reducir las emisiones. Ese gasto garantizaba la vida de la planta hasta 2020. Paradójicamente, Iberdrola tendría ahora que gastar otros 35 millones para desmantelar estas dos instalaciones. La mitad corresponderá a Lada.

La compañía pretende recolocar a todos los trabajadores de la instalación energética. A la mitad se le buscará acomodo en otros centros de trabajo del grupo en cuanto se inicie el desmantelamiento. El resto se quedará en la planta durante el tiempo que duren las obras para desarmar la térmica. Una vez acabado su trabajo serán trasladados. Otro de los compromisos es acometer una mejora paisajística de los terrenos que ocupa la planta.

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