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El futuro de un inmueble público sin uso desde hace 7 años

Las trabas urbanísticas enfrían el interés de la hostelería por el chalé de Figaredo

El plan municipal para sacar a licitación la cesión del edificio lleva dos años bloqueado pendiente de una recalificación de los terrenos

Vista aérea del chalé de Figaredo y su parcela. J. R. SILVEIRA

Un grupo de empresarios esbozó a principios del verano de 2016 un proyecto para convertir el chalé de Figaredo en un gran complejo hostelero con capacidad para organizar banquetes y convenciones. Las negociaciones con el Ayuntamiento comenzaron de inmediato y todo indicaba que el acuerdo se cerraría rápido. Sin embargo, trabas burocráticas han enfriado el interés de los promotores. Tras dos años de espera, la iniciativa está totalmente aparcada y el inmueble sigue acrecentando sus daños estructurales, sumando ya siete años cerrado.

La Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio (CUOTA) del Principado mantiene paralizado el proyecto para convertir el chalé de Figaredo en un centro hostelero. Eso es al menos lo que aduce el gobierno local para explicar que el edificio no haya sido adquirido por los inversores interesados en reabrirlo como complejo hostelero. El problema radica en que la parcela donde se ubica el inmueble está catalogada como zona verde. La solución pasaría por permutar la catalogación con otra parcela cercana, pero de momento han pasado dos años sin avances.

Los responsables municipales no han logrado de momento liberar los terrenos de la finca de 14.000 metros cuadrados en la que se ubica el chalé de Figaredo. El objetivo sería que todo este espacio fuera calificado como zona de aprovechamiento hostelero, algo que actualmente impide la normativa urbanística. Una vez superado este obstáculo, la intención del gobierno local era sacar a concurso público la cesión del inmueble.

De momento lo único claro es que el emblemático inmueble municipal ya lleva casi siete años cerrado. Su último uso fue acoger la sede del Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial (CeCodet) de la Universidad de Oviedo, una actividad que se mantuvo durante quince años. Desde entonces, el chalé lleva mucho tiempo vacío. Han sido varios los proyectos que han planeado sobre la propiedad municipal sin llegar a aterrizar. El PSOE, por ejemplo, defendió en su momento que la instalación se cediera al Consorcio de la Montaña Central para destinarlo a la gestión de recursos turísticos. Varias asociaciones mostraron interés, pero sin llegar a plantear un proyecto de gestión concreto. Además, el deterioro que presenta la edificación hace necesaria una inversión previa para la rehabilitación del edificio. La iniciativa que parecía contar con más posibilidades de plasmarse en realidad fue la planteada por el empresario que más interés mostró en su momento en desarrollar el parking de la Mayacina. Este promotor propuso crear en el inmueble una fundación infantil de carácter benéfico. El proyecto se diluyó al renunciar el Ayuntamiento a la ejecución del parking. Ahora las esperanzas están puestas en un proyecto hostelero bloqueado por una maraña administrativa.

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