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La falta de plan gestor frena desde hace dos años licencias y ayudas en las Ubiñas

Los vecinos denuncian el retraso para aprobar el documento de los usos del parque, que está bloqueando la petición de permisos y subvenciones

Un senderista camina por Tuiza de Arriba, en el parque natural de las Ubiñas. SILVEIRA

Dos años a la deriva. El parque natural de las Ubiñas-La Mesa lleva desde finales de 2016 sin un Instrumento de Gestión Integral (IGI), después de que el Tribunal Superior de Asturias (TSJA) lo anulara por una denuncia de la parroquia de Páramo. Los vecinos del espacio protegido exigen "celeridad" porque la situación puede volverse "insostenible": las licencias se eternizan y es imposible optar a subvenciones. Además, reclaman la convocatoria de la Junta Rectora porque lleva más de un año sin reunirse.

Los problemas con la gestión del parque natural de las Ubiñas vienen ya de lejos. El anterior documento obtuvo una sentencia en contra durante un proceso que terminó en el Tribunal Supremo en 2016. El Principado aprobó un nuevo plan, que también se tumbó en los tribunales. En ambos casos, por la falta de una memoria económica. "El trámite para aprobar un nuevo instrumento de gestión debería de haber sido rápido", afirmó Auri Villar, portavoz de los vecinos.

Hubo varios plazos y promesas, hasta ahora, no cumplidas. "El problema es que ni siquiera se ha convocado la Junta Rectora", denunció la representante del parque. Los vecinos consideran que esa reunión es "esencial" para "desbloquear" la situación del espacio protegido: "Ahora mismo es difícil solicitar permisos, nadie sabe a qué atenerse y los vecinos van de una administración a otra", señaló Villar. Además, en el caso de que se convocaran subvenciones, el parque de las Ubiñas no podría optar a las ayudas: "Sin un plan de gestión, es imposible que nos beneficiemos".

Tienen las obligaciones de ser vecinos en un espacio protegido, pero no reciben compensación alguna. Además, hay otro problema sobre la mesa. El anterior Instrumento de Gestión Integral dejaba la puerta abierta a una línea de alta tensión por el parque. La sombra de Sama-Velilla incomodó al municipio de Lena, cuyos vecinos incluso se formaron en una plataforma contra el proyecto.

La línea Sama-Velilla no parece un problema acuciante, pero los vecinos no quieren dejar ni una grieta que permita su paso. Posición que comparte el Ayuntamiento de Lena. El gobierno (IU) ha asegurado que estará "pendiente" de la tramitación del plan de gestión para presentar alegaciones, si se conserva que una línea pueda cruzar el parque natural. Los responsables municipales también han reclamado en varias ocasiones que se retome ya la negociación del IGI. Aseguran que, con la crisis industrial que golpea a la comarca, el turismo es ahora un pilar fundamental: "No desatenderemos nuestros recursos naturales, uno de los atractivos de este municipio", afirmaron.

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