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115 años de La Justicia

El histórico centro anarquista de La Felguera ha retomado la actividad desde hace dos años tras un largo siglo de vicisitudes

Una marcha guiada por zonas de La Felguera para recordar la actividad del centro La Justicia. SILVEIRA

Fue el epicentro del movimiento anarquista en las Cuencas durante casi treinta años y sus locales acogieron congresos y reuniones en las que se fijó la estrategia de acción de la CNT y se planificaron movilizaciones. Sin embargo, el centro obrero La Justicia, en La Felguera, fue mucho más que eso. Fundado en 1903, tuvo su propia escuela, formaba a los obreros, promovía charlas de conferenciantes ilustres, daba cabida a colectivos teatrales y de otros ámbitos culturales, y gozó de una biblioteca con más de 23.000 libros que en los meses finales de la guerra civil y en los primeros años de la posguerra sirvieron para calentar a las tropas franquistas acuarteladas en el edificio.

Hoy, 115 años después, el centro obrero La Justicia sigue existiendo. Fue reinaugurado en 2016 en un local cedido por Aquilino Moral, en la calle Valentín Ochoa de La Felguera, después de que el inmueble original fuera vendido por el régimen franquista a los Padres Dominicos. Una parcela en la que se construyó la actual iglesia del colegio Santo Tomás. El nuevo centro también está estrechamente ligado a la CNT, como ocurrió en el pasado. Charlas, una proyección documental y una ruta por La Felguera revolucionaria han sido algunas de las actividades programadas para conmemorar el 115 aniversario.

Una de esas charlas estuvo protagonizada por el historiador Ernesto Burgos, que destacó la importancia capital de La Justicia. "En la comarca del Nalón, los libertarios tuvieron su epicentro en La Felguera y el centro obrero La Justicia se convirtió en un modelo de organización no autoritario que abrió el camino para que la Confederación Nacional del Trabajo, fundada en 1910, se implantase con fuerza en el proletariado de la zona, manteniendo su vigor hasta caída del frente norte en el otoño de 1937".

Burgos expuso que "como sucedió en todos los centros anarquistas que se abrieron en España a finales del siglo XIX y principios del XX, la actividad sindical fue pareja con el fomento de la cultura, en la idea de que los obreros bien formados e informados se enfrentarían con más posibilidades de éxito a los abusos de la burguesía capitalista". El historiador explicó que La Justicia pudo abrirse en 1903, gracias a que los obreros de La Felguera, sobre todo metalúrgicos y próximos a la ideología anarquista, que hasta aquel momento se repartían en varias asociaciones, decidieron unificar sus esfuerzos estableciendo una cuota mensual de 25 céntimos. Desde ese momento y sobre todo a partir de 1910, con la fundación de la CNT, "el centro se convirtió en el corazón de todas las movilizaciones y las huelgas del valle del Nalón, por delante de los socialistas, que tenían buena implantación en las minas, pero sin llegar a la importancia de la cuenca del Caudal, donde el SOMA fue claramente mayoritario".

Los gobernantes y la policía pronto fueron conscientes de la importancia que tenía el centro para la organización de la clase trabajadora y por ello la "reprimieron con multas y clausuras constantes que siempre se fueron superando con lucha y esfuerzo", apunta Burgos. El edificio sirvió como centro de aprendizaje de numerosos líderes políticos y sindicales, entre ellos Higinio Carrocera, que frecuentó el centro desde muy joven.

Con la caída del frente norte, en 1937, las tropas franquistas establecieron unos de sus cuarteles en los locales de La Justicia, hasta 1943. Los 23.000 libros que se conservaban en su nutrida biblioteca fueron quemados por el de tambor de regulares establecidos allí, aunque según otras informaciones esa biblioteca ya había quedado tocada tras la Revolución de Octubre. "En marzo de 1943, dos meses después de que el Ejército hubiese dejado el Nalón, el delegado local de Sindicatos de La Felguera dirigió un escrito a sus jefes provinciales comunicando que según sus cálculos el valor aproximado del centro emplazado en La Pomar era de unas 80.000 pesetas y si se quería adecuarlo para sede del Sindicato Vertical era necesario adecentarlo y elevar su piso abuhardillado, por lo que habría que invertir otras 50.000 pesetas. Finalmente, el 1 de agosto de 1962 la Delegación Nacional de Sindicatos de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. facultó a su Jefe en Asturias para enajenar el inmueble del Patrimonio Sindical y otorgar una escritura de venta a favor de la comunidad de Padres Dominicos de La Felguera en el precio de 627.598,86 pesetas a pagar en cinco años, como así se hizo", expone Burgos.

Con el Gobierno de Zapatero, la CNT recibió una compensación por el centro. "A la CNT le correspondieron nueve millones de euros por todas las propiedades que le fueron arrebatadas en España, mientras que la UGT se llevó 170. Muchas de los inmuebles que tenía la Confederación no se le reconocieron", apunta Carlos Tejón, responsable de Acción Sindical de la CNT de Langreo, que también remarca el afán por tratar de recuperar lo que significó en su día el centro La Justicia. "La nueva sede de la calle Valentín Ochoa se abrió en 2016 y actualmente tenemos 150 socios. También tratamos de hacer todo tipo de actividades", concluye. De ellos, un centenar está afiliados a la CNT.

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