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La caída del consumo y la depresión del sector

El comercio entra en liquidación

El cierre de tiendas se extiende ya por la zona centro de las ciudades, al tiempo que los empresarios reclaman más aparcamientos, mejoras urbanas y alquileres más bajos

Varios locales cerrados justo frente a la plaza de abastos. J. R. SILVEIRA

El tejido comercial de las Cuencas está dando claros síntomas de fatiga y reclama más cuidados por parte de las administraciones. El deterioro que sufre el sector en paralelo a la imparable caída demográfica y la pérdida de empleo presenta igualmente impedimentos específicos. Los problemas de estacionamiento, el alto precio de los alquileres y el deterioro urbano son algunas de las quejas que esgrimen los empresarios. El resultado es un retroceso de la actividad que ya no sólo es perceptible en los barrios periféricos, sino en el mismo corazón de los ejes comerciales de las ciudades.

En el antes demandado cinturón comercial que ciñe la centenaria plaza de abastos de Mieres el cierre de establecimientos refleja una tendencia preocupante. Uno de cada cuatro locales está actualmente desocupado, en venta o en alquiler. El decaimiento del comercio en Mieres ejemplifica perfectamente una tendencia extrapolable al resto de las principales poblaciones de los valles mineros. El tejido comercial mierense se ha cosido desde hace décadas con la plaza de abastos como referente. Actualmente, 6 de los 21 bajos comerciales que rodean esta superficie están cerrados. Sonia Fernández abrió en marzo una panadería, el último negocio que se ha puesto en marcha en el entorno. Lo primero que percibió es que si bien disponía de una amplia oferta de bajos comerciales para elegir, los precios resultaban en la mayoría de los casos disuasorios para cualquier emprendedor interesado en poner en marcha un negocio: "Busqué en varias zonas de Mieres y todo era muy caro. Se están pidiendo alquileres desorbitados", explica esta profesional. Las altas rentas no es un problema que afecte sólo a Mieres. "En La Felguera se han llegado a pedir 1.500 euros al mes por un local de 50 metros cuadrados. Son cantidades que no se pueden asumir. Lo que al final sucede es que te encuentras con muchos inmuebles vacíos en la zona centro, algo que antes no pasaba", explica Marcelino Tamargo, presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales del Valle del Nalón (Acoivan).

El falta de aparcamiento es otro de los déficits que arrastra el comercio local. En Mieres el fallido proyecto del parking subterráneo ha dejado abierta una herida que será difícil de cicatrizar. El inminente trasvase de aparcamiento desde la Mayacina a Oñón no parece que vaya a resolver el problema: "El Ayuntamiento debería buscar fórmulas para facilitar las compras en el centro. Una solución sería habilitar estacionamientos en los viales peatonales del entorno de la plaza con tiempo restringidos de utilización", apunta Javi Titos, que está al frente de la tienda "Ecoyedra" desde hace cinco años. "También ayudaría que no se multara tanto en la zona azul", subraya su mujer, Soraya Lorenzo.

Las normativas

Los comerciantes también reclaman a los ayuntamientos un mayor esfuerzo por mejorar la estética urbana: "El estado de la plaza de abastos es muy deficiente y el edificio necesita una reforma. En general la imagen de la ciudad es mejorable", subraya Javi Titos. Desde un marco amplio de análisis, los pequeños empresarios del sector servicios se sienten olvidados por las administraciones. "Hace falta una plan estratégico específico para el comercio.

El sector necesita mayor protección y apoyo, sobre todo desde las propias administraciones locales", apunta Marcelino Tamargo. Y añade: "Hay negocios que se están quedando obsoletos y que necesitan ayudas o ventajas fiscales para poder abordar reformas". En este sentido, Sonia Fernández apunta que muchos locales no están adaptados para las necesidades actuales: "Hay bajos que no se pueden ajustar a las normativas actuales debido a que están en edificios antiguos y eso hace que permanezcan sin actividad".

A los problemas de ámbito local que sufre el comercio de las Cuencas se suman los generales del sector: "Loas grandes superficies e Internet hacen mucha competencia. Es cierto que se están quedando tiendas vacías en el centro de Mieres, pero es algo que en mayor o menor medida pasa en toda Asturias", subraya Loli Olavarrieta. La presidenta de la Unión de Comerciantes del Caudal indice en la falta de aparcamiento, pero percibe que los precios de los alquiler llevan ya un tiempo bajando: "El gran problema es que el territorio se está quedan con sueldos muy bajo. Hay familias que tienen que vivir con 850 euros y así, lógicamente, es muy complicado que el consumo repunte".

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