Eran poco más de las nueve. Varias personas fumaban y charlaban en la terraza de un bar de la calle Luarca, en Mieres. De repente, un coche salió de un estacionamiento cercano, saltó el bordillo y embistió sillas y mesas. Los clientes consiguieron apartarse, y llamaron a la Policía Local de inmediato. El conductor, practicada la prueba de alcoholemia, duplicaba la tasa permitida al volante: 0,87 miligramos por litro de aire expirado.

Este hombre, vecino de Riosa y de 53 años, es la cuarta persona detenida en Mieres por hechos similares en lo que va de año. Su identidad se corresponde con las iniciales J. L. P. B. y está acusado de un presunto delito contra la Seguridad Vial. En las diligencias de investigación se le practicó una primera prueba de alcoholemia, que resultó 0,87 miligramos por litro de aire expirado, y una segunda en la que la tasa se redujo hasta 0,81 miligramos.

Es casi la misma tasa que arrojó hace sólo unos días una mujer, cuya identidad se corresponde con las iniciales L. A. A., que conducía por el centro de Mieres. También la detuvo la Policía Local, ya que su estado de embriaguez no era discreto: circulaba sin poder mantener el coche en línea recta, a la una de la madrugada y sin luces. Además, iba a una velocidad "anormalmente reducida". En concreto, en las pruebas de alcoholemia, arrojó los siguientes resultados: 0,84 miligramos en la primera, frente a 0,87 miligramos en la segunda.

Imposible también que pasara desapercibida para los agentes una mujer que fue denunciada durante la celebración del Antroxu en Mieres. Poco después de las cinco de la mañana se subió a su coche y, tras una maniobra accidentada para salir del estacionamiento, terminó dañando tres coches.

Un despiste de D. I. I., de 29 años, permitió que la Policía Local le detuviera cuando conducía bajo los efectos del alcohol. Ocurrió en julio, y los agentes le dieron el alto en un control rutinario porque tenía un faro fundido. Y algo más, desveló la prueba de alcoholemia: 0,69 miligramos por litro de aire expirado. El coche que conducía, además del faro fundido, no tenía seguro.