El asesinato de una mujer en 2015 despertó en Argentina un movimiento reivindicativo femenino que primeramente tomó las calles para acabar impregnando las relaciones sociales y la actividad cultural. Esta explosión creativa ha sido estudiada por Mercedes Liska, profesora de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires y miembro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina, que protagonizó la charla titulada "Mujeres protagonistas en la cultura argentina contemporánea: música, creatividad y política", un acto organizado por el Ayuntamiento de Mieres, que contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

Liska es una estudiosa de la música popular urbana y ha sido pionera en el estudio del tango desde el punto de vista feminista. "Tras muchos años de exclusividad masculina, a partir de los años 90 el tango vivió una época de revitalización que llevó, al principios del siglo XXI, a que las mujeres ganaran protagonismo en un baile que tradicionalmente se relaciona con el machismo y la dominación del hombre". Liska relató cómo en Buenos Aires comenzaron a abrirse escuelas de tango para mujeres que evolucionaron hacia centros culturales feministas. "La valentía de las mujeres llevó a subvertir un símbolo machista como el tango en un entorno de hostilidad", añadió la ponente, destacando que estas nuevas formas de expresión cultural popular calaron también en la política argentina que, en poco tiempo, llevó a sus instituciones la discusión y posterior aprobación de leyes de reconocimiento del matrimonio igualitario -por primera vez en América Latina- y identidad de género.

Mercedes Liska explicó, salpicando su intervención con vídeos musicales, la efervescencia cultural que vive Argentina, con un sobresaliente protagonismo femenino que, asimismo, se traslada a la sociedad. "Se ha establecido un diálogo intergeneracional que conecta a mujeres veteranas con las recién llegadas al panorama creativo, que han de desenvolverse en una estructura de poder controlada por hombres". "Hoy, la mujer argentina tiene mayor reconocimiento y nuevos roles dentro de la música, que amplían sus posibilidades laborales", añadió.

Liska explicó la evolución experimentada, desde la espontaneidad de las manifestaciones de 2015 hasta la actual organización de ayuda mutua. "Es el arte como método de comunicación e interacción política", señaló la ponente. "El movimiento de mujeres está fomentando el encuentro a partir del disfrute y la calidez, lejos de las rigideces y la visión dogmática de las militancias clásicas". En la actualidad, el movimiento de mujeres promueve la legalización del aborto y está volcado en el aumento de la participación femenina en las distintas escenas, comenzando por la musical, situado hoy en el nivel más bajo de América. "A pesar de que la industria musical argentina mantiene una mirada muy conservadora, heredera de una tradición de tango en la que los varones bailaban con nombre propio y las mujeres eran anónimas, las artistas están articulando un discurso que también influye en la política", aseveró Liska, consciente de la dificultad del empeño. No en vano "el tango encierra cómo se constituyó la sociedad patriarcal argentina", finalizó la profesora.