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Iniciativas laborales contra los prejuicios

Empresarias a contracorriente

Diana Bernal y Oxana Maksimova, naturales de Colombia y Rusia, han logrado sacar adelante sus propios negocios con el apoyo de Valnalón

-Ese bajo va a ser mío; ahí estará la tienda.

-Tú tas lloca.

Diana Bernal Martínez, colombiana residente en Langreo, llevaba un tiempo con la idea en la cabeza de abrir su propio negocio. No acaba de decidirse, pero un día lo vio claro. Estaba desayunando en su casa de Sama y la respuesta llegó mientras miraba por la ventana, apurando el último sorbo de café. Allí, al otro lado de la calle, había un bajo comercial disponible, idóneo para poner en marcha el establecimiento de customización de bisutería y ropa que tenía en mente. El escepticismo inicial de su marido, langreano, no la detuvo. "Trabajo para mí y estoy haciendo lo que me gusta. Soy feliz", relata.

Bernal ofreció una charla en Sama junto a Oxana Maksimova, originaria de Rusia, que cuenta en Villaviciosa con una plantación de stevia, utilizada como edulcorante natural. Ambas impulsaron sus proyectos empresariales a través del semillero de Valnalón. La conferencia, bajo el epígrafe "Desde la emigración: emprendedoras", estuvo organizada por el colectivo Pro Inmigrantes Intervalo, dentro de su ciclo "Noviembre por la integración".

Maksimova llegó a España en 2003. Recaló en Madrid, pero pronto se mudó a Asturias. Con su marido, mecánico industrial, recorrió diferentes puntos del país. "Yo trabajaba como cuidadora, pero siempre me tiró todo el tema de la agricultura ecológica. Nunca me había dedicado a ello, pero es un mundo que siempre me interesó y, poco a poco, me fui formando en ello". El siguiente paso fue montar una plantación en una finca de la familia y las cosas han ido bien.

Casi toda la producción se vende a una cooperativa de Málaga y la idea es trasladarse a una parcela más amplia, de 6.000 metros cuadrados. "En Valnalón me ayudaron sobre todo con el tema del plan de negocio y con lo que son las subvenciones disponibles para el sector".

Diana Bernal también llegó hace más de una década a Asturias. "Trabajé en diversos comercios y supermercados, siempre de cara al público". Cuando llevaba un tiempo en paro, decidió hacerse su propia jefa. "Estaba cansada de trabajar como una campeona con contratos de seis o siete meses que se después no te renovaban. Siempre me gustó el tema de la customización y los abalorios porque es una forma de que cada uno busque su propia identidad con su ropa, de ser diferente y dar personalidad a lo que llevas puesto".

La trayectoria de estas dos empresarias desmonta por completo uno de los argumentos xenófobas más arraigados, que culpa a los inmigrantes de "venir a quitarnos el pan". Ellas no sólo generan actividad económica con sus negocios. También crearán empleo. Maksimova tiene previsto sumar tres empleos a su nueva plantación, y una diseñadora y un colorista reforzarán las labores que se realizan en la tienda de Bernal. "Yo llevo mucho tiempo aquí y siento esta tierra como mía; la gente me acogió muy bien desde un principio y no he tenido ningún problema con la gente de aquí", asegura esta colombiana.

"Asturias necesita muchas manos", remarca Marta Pérez, gerente de Valnalón, que destaca la creciente pujanza de las iniciativas empresariales desarrolladas por ciudadanos llegados de fuera de España y asentados en Asturias.

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