La investigación por las amenazas en Riosa se mantiene abierta cuatro meses después

"No sabemos mucho más, sólo que siguen haciendo su trabajo, pero al menos estamos más tranquilos", explicó Ana Díaz. Tampoco se han vuelto a producir hechos similares desde entonces en el concejo, permitiendo que tanto la alcaldesa como el concejal vayan recuperando un poco la normalidad.

Todo ocurrió días después del asesinato del Javier Ardines, concejal de IU en Llanes. Ana Díaz recibió un anónimo en su garaje donde se podía leer "Lo que le pasó a tu compañero en Llanes no es nada comparado con lo que te puede pasar a ti". Pero la cosa no quedó ahí, el coche de José Manuel Pello amaneció semanas después rayado en el capó y el techo con las siglas DEP (descanse en paz). Ambos pusieron lo ocurrido en conocimiento de la Guardia Civil, quien inició una investigación para tratar de encontrar a los autores de estos hechos delictivos.

Desde que se hicieron públicas estas amenazas, tanto la alcaldesa como el concejal recibieron numerosos apoyos, no sólo desde sus partido, sino también desde otros ámbitos, como el movimiento vecinal. El Ayuntamiento de Riosa acogió la celebración de un pleno extraordinario donde se condenaron las amenazas de muerte que habían recibido y más tarde hubo una concentración en la plaza a la que acudieron más de un centenar de personas.

Ana Díaz mostró valentía al asegurar que "no nos van a parar con miedo, o nos matan o nos aguantan", unas palabras que fueron respaldadas por todos los presentes. En principio, no se creía que pudiera haber relación entre las amenazas recibidas en Riosa con el asesinato del concejal llanisco, aunque habrá que esperar todavía a ver cómo se resuelven los hechos.