Fue uno de los casos de maltrato animal "más graves" que han visto, hasta ahora, el Servicio para la protección de la naturaleza (Seprona) y "Una y mil huellas protectora". Una mujer, que se hacía pasar por animalista, tenía presuntamente encerrados a sus dos perritos en Villanueva (Aller). Cuando los rescataron, llevaban días sin comer: "Casi mueren de hambre". Tenían signos de haber estado encerrados "mucho tiempo". Ella está investigada por un delito de "maltrato animal", con una multa que oscila entre dos y 400 euros al día (entre 1 y 6 meses). Una sanción que, desde la protectora que impulsó el rescate, es "insuficiente".

Eva Díaz es la responsable de "Una y mil huellas protectora". Aún se entristece cuando recuerda el momento del rescate: "Los perrinos estaban al límite", afirma. "Tyson", de raza pit bull, y "Princesa", una perrita de caza, estuvieron encerrados "posiblemente durante meses". Llevaban mucho tiempo sin comer y es posible que se mantuvieran vivos gracias a una cisterna de agua que goteaba. Agentes del Seprona confirman su versión: "Fue un caso gravísimo de maltrato, de lo peor que hemos visto en mucho tiempo".

Los dos perros habían sido adoptados, a través de la ya disuelta protectora "El Trasgu". De hecho, varias voluntarias de esta entidad también colaboraron en el rescate: "Ellas no tienen culpa de nada, era imposible saberlo, aseguró Eva Díaz. La imagen de la mujer en redes sociales era la de una persona comprometida, defensora de los animales y de sus derechos.

"Tyson" y "Princesa" fueron trasladados a un clínica de Gijón. "No podíamos dejarlos tirados, aunque no tuviéramos recursos", señaló Díaz. "Una y mil huellas" ha iniciado una campaña de apoyo para recaudar fondos y seguir ayudan a "Tyson" y "Princesa" hasta que encuentren un hogar.

Los perritos parecen totalmente recuperados emocionalmente, son muy cariñosos, pero en la protectora no olvidan. "Creemos que la multa a la que se enfrenta la presunta autora de los hechos es poca", señalaron. La intención de la protectora es personarse en la causa, de celebrarse juicio. Pedirán la pena máxima: seis años de inhabilitación para la posesión de animales, el pago de la multa y que se haga cargo del pago del tratamiento de "Tyson" y "Princesa".