La Guardia Civil lleva ya ocho años en el viejo ambulatorio de Mieres a la espera del prometido nuevo cuartel. El instituto armado deberá decidir ahora si el proyecto es prioritario, pero en el mejor de los casos aún queda año y medio de espera. La secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella Gómez, ha puntualizado en el Senado que una vez arranque el procedimiento de valoración y selección de las obras que se ejecutarán con la reciente inversión de 275 millones aprobada por el Gobierno, "a partir de ahí, el plan de ejecución se estimaría en 18 meses".

Ana Botella Gómez fue interpelada por el senador del PP, Mario Arias, en relación al proyecto del nuevo cuartel de Mieres. La dirigente socialista evitó adquirir cualquier tipo de compromiso concreto: "Nada me complacería más que contentar a todos, pero todas las comunidades, todas la provincias, van a estar en este plan que tenemos ahora aprobado".

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció la pasada semana una inversión de 275 millones para el desarrollo de actuaciones en comisarías y cuarteles. Enmarcó esta iniciativa en un paquete de 850 millones para la mejora de las infraestructuras vinculadas a la seguridad del Estado. Ahora, deberán ser los responsables de la Guardia Civil de la Policía Nacional los que definan la preferencia. La intención el Gobierno es abordar estar actuaciones a través de la sociedad pública Siepse: "En la época del anterior Gobierno se abrió su objeto social para que pudieran construirse no solo centros penitenciarios, sino también comisarías de policía. Nosotros aprovechamos ahora esa ventaja para, con el mecanismo de financiación que Hacienda le da a Patrimonio del Estado y nutre anualmente con una anualidad a esta sociedad, lograr que no compute a déficit mientras se está construyendo", señaló Botella Gómez . El plan estatal de inversiones para mejorar la infraestructura de seguridad del Estado recoge 180 millones de euros directos para comisarías de Policía Nacional y cuarteles de la Guardia Civil, según indicó en el Senado la Secretaria de Estado. "Vamos a tener que hacer un esfuerzo de calendario y ahí sí que vamos a tener que estar muy inspirados porque lógicamente las presiones de todo el territorio son enormes. Lo vamos a hacer con la mayor objetividad y con la mayor eficiencia. Habrá un seguimiento escrupuloso de todos los territorios: vamos a ponernos a la faena". El procedimiento para dar forma al plan puede prolongarse año y medio y no hay ninguna garantía de que el cuartel de Mieres esté incluido en el programa de actuaciones.

Mario Arias recordó ayer que fue el Partido Popular el que "derribó el cuartel viejo en 2016, presentó el proyecto e iba a licitar el nuevo en 2018". "Pero tras la moción de censura, el Partido Socialista llegó al Gobierno y paralizó la licitación". El Senador lamentó que en los Presupuestos Generales del Estado para 2019 "se carguen la inversión prevista para obras en Asturias". Defendió que el relevo en la Moncloa ha perjudicado al Principado. "El PP de Rajoy había destinado casi un millón y medio de euros para la comunidad en 2019, frente a los 390.000 euros del Gobierno de Sánchez".

El dirigente popular subrayó que el Gobierno socialista no está cumpliendo los compromisos con Mieres: "Ni siquiera ha respaldado la petición de sus compañeros socialistas en la localidad, que habían solicitado una partida específica en los Presupuestos de 2019 para el cuartel". Asimismo, aseguró que desde el PP "seguiremos defendiendo la urgente necesidad de la construcción de este cuartel de la Guardia Civil y estaremos pendientes de que se realice esta inversión". En su intervención en el Senado, Mario Arias apuntó que la infraestructura es necesaria para mejorar las condiciones de trabajo de los miembros de la Guardia Civil y para ofrecer un mejor servicio a los vecinos de Mieres y a toda la comarca. "El Gobierno no está cumpliendo con los compromisos que tiene ni con Mieres ni con Asturias", subrayó.

El acuartelamiento de Mieres fue desalojado a comienzos de enero de 2011 por motivos de seguridad. Las últimas revisiones a las que fue sometido entonces el edificio revelaban una grave aluminosis, a consecuencia de la cual había un grave riesgo de derrumbe. Los agentes fueron enviados a un readaptado antiguo centro de salud Mieres-Sur, desde donde operan actualmente. A finales de 2015 comenzó el derribo del viejo acuartelamiento, que finalizó en las primeras semanas de 2016, dejando la parcela a la espera de que se contrate la construcción del nuevo equipamiento.