Hace aproximadamente veinticinco años, los agricultores de Zamora vinieron a Asturias para hacerse con ejemplares autóctonos de castaño para repoblar sus montes. Ahora, esos árboles volverán a su hábitat natural gracias al impulso de la cooperativa agraria El Maeral, que en unos días planea traer unos 1.300 ejemplares desde la provincia zamorana para plantarlos en Santullano, en la zona sur del municipio de Mieres, y otras fincas privadas. El objetivo no es maderero, sino que pretenden explotar sus frutos.
El director general de El Maeral, Juan José Menéndez, señaló que ya se están tramitando los permisos pertinentes para la plantación en el Ayuntamiento de Mieres. "En cuanto tengamos luz verde, iremos a Zamora a por los árboles", explicó. En cuanto a la distribución de los ejemplares, la mayoría -alrededor de un millar- se plantarán en los viveros de Santullano, mientras que el resto -unos trescientos- acabarán en fincas privadas de miembros de El Maeral.
Los árboles de Zamora tienen una edad temprana, dos años, y miden entre 0.80 y 1,10 metros de altura. Además, cuentan con los correspondientes certificados fitosanitarios. Al tercer año se podrán injertar pero la castaña tardará algo más. "A partir del séptimo u octavo año empezarán a dar algo de fruto", explicó Menéndez. No pudo asegurar el director general de la cooperativa cuándo estarán los árboles en Asturias, "en fechas cercanas", apuntó, porque todo dependerá de la rapidez con la que se dé luz verde a los permisos. La actuación se desarrollará en colaboración con el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) y con la Universidad de Oviedo.
El grupo El Maeral, formado principalmente por los propietarios de fincas forestales de Mieres, comenzó a trabajar hace ya más de un año. Desde hace tiempo comercializan madera y también tienen en marcha diversos proyectos alimentarios, como el vinculado a la miel. Ahora, la cooperativa está volcada con el aprovechamiento económico de la castaña. Este colectivo agrario decidió en 2017 poner en marcha un banco de tierras para la cesión de parcelas a desempleados o simplemente interesados en poder gestionar proyectos vinculado al sector agroalimentario. La finalidad de esta iniciativa es que propietarios de tierras sin explotar puedan cederlas a quienes estén dispuestos a sacarle algún rendimiento económico, abriendo campos de posibilidad de creación de nuevos empleos. También está volcado en otras iniciativas en colaboración con entidades como la sociedad de El Carbayu, en Langreo.
