El tren de la antigua línea de Feve que conecta Gijón con Laviana circula de nuevo desde ayer por el valle del Nalón tras tres meses de ausencia. Finalizadas las obras de refuerzo del túnel de Carbayín, que motivaron el corte total del tráfico ferroviario desde El Berrón a Laviana, los viajeros volvieron a subirse a los convoyes que se desplazan por la comarca pidiendo mejoras en el servicio, entre ellas que se ponga freno a las demoras y cancelaciones que sufren. Los trabajadores reclaman una "mayor apuesta" por la línea de ancho métrico Gijón-Laviana, con demandas de "mejoras estructurales al Adif" y "de los trenes y frecuencias a Renfe".
Aunque no disponen de datos oficiales de los viajeros que han utilizado en estos tres meses el transporte alternativo de autobús entre Pola de Laviana y El Berrón, consideran que es evidente que han descendido. Ahora, tras ser restablecido el tráfico esperan "recuperar los viajeros perdidos, que han utilizado otro medio de transporte durante este tiempo", aseguró Juan Carlos Lora, secretario general del sector ferroviario de CC OO en Asturias. La duración del viaje en autobús fue una de las razones que llevaron a usuarios a decantarse por otras alternativas para desplazarse.
Los comités de empresa de Adif y del Grupo Renfe denunciaron poco antes del corte de la línea para desarrollar los trabajos en el túnel de Carbayín que los viajeros de Gijón-Laviana estaban siendo castigados en los últimos ocho años, primero con el traslado de la estación de Gijón, alejada ahora del centro neurálgico de la ciudad, y después, en 2016, con el corte de seis meses de la línea entre Tuilla y Laviana. Todo ello, a lo que se une la última interrupción del tráfico ferroviario, "nos han llevado a perder muchos usuarios" y a tener una "línea marginal" cuando llegó a ser la que más viajeros movía de ancho métrico en Asturias. Entre las peticiones de los trabajadores figuran que "los tiempos de marcha sean más cortos", señaló Luis Blanco, responsable de Transportes de UGT en Asturias y presidente del comité de empresa de Renfe en Asturias. Los trenes semidirectos, con menos paradas, a determinadas horas de la jornada, es una de las opciones que ponen sobre la mesa los trabajadores.
Para poner en marcha una medida como ésta "se necesita que la línea esté en condiciones", señaló Blanco. Estos trenes semidirectos se tendrían que combinar con otros que realicen todas las paradas, defendió Lora, que reclama que las frecuencias de los trenes "se programen según las necesidades de los viajeros, no de la empresa". La doble vía es otra de las demandas que trasladan los empleados junto con la necesidad de disponer de trenes "nuevos y modernos". "El ferrocarril de ancho métrico tiene que modernizarse y adaptarse al siglo XXI", señaló el secretario general del sector ferroviario de CC OO en Asturias. Esta línea, la tercera que se construyó en España, "significó un gran revulsivo para el valle y ahora hay que modernizarla para que sea un medio de transporte eficaz y fiable", dijo Luis Blanco, que destacó que llegó a mover un millón de viajeros al año. Los comités de empresa habían rechazado el corte de la línea durante tres meses y habían pedido que las obras se ejecutasen durante la noche.
Los usuarios de los trenes que volvieron a circular ayer por el valle, tras una obra en la que el Adif invirtió 2,4 millones de euros, trasladaron también sus demandas. Se quejaron "de las demoras y sobre todo las cancelaciones de servicios", afirmó Tania Melero, tras bajarse del convoy en la estación de Sama. Otro vecino de Sama que utiliza habitualmente el tren para desplazarse a Noreña, que acudió a la terminal para comprobar que se había recuperado el tráfico, considera que "desde hace unos años se está dejando morir la línea".
