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Martínez: "El gastroturista no viene aquí a comer un tataki, busca autenticidad"

El director del hotel Abba Gijón y el periodista David Fernández-Prada clausuraron "Sabores de Mieres"

Daniel Martínez, con David Fernández-Prada detrás. SILVEIRA

Punto final al ciclo "Sabores de Mieres", que organiza el Ayuntamiento, con la ponencia titulada "El gastroturismo como oportunidad de desarrollo local", en la que intervinieron Daniel Martínez, director del hotel Abba Gijón, y el periodista gastronómico David Fernández-Prada, máximo responsable de Gustatio. El acto contó con la colaboración del club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas y la organización excusó la presencia del mediático Julio Bienert "Julius" debido a un accidente doméstico.

Daniel Martínez, con experiencia en el sector hotelero en Londres y ahora en Gijón, aportó su visión global para trasladarla a lo local. Así, el director, a la vista de los datos existentes, se pregunta si realmente Asturias es un destino de turismo gastronómico, a lo que hay que responder que únicamente un 6,4% de los más de dos millones de visitantes anuales que llegan a Asturias lo hacen movidos por la gastronomía. "Hemos de romper la estacionalidad, pues el 50% de nuestro turismo se concentra en dos meses de verano", alertó Martínez, que, asimismo, consideró necesaria la segmentación del turismo en sus diversas ramas, desde la aventura a la gastronomía, pasando por el turismo médico o el de congresos.

"Los estudios más avanzados arrojan un resultado demoledor: a nivel mundial, la cocina más conocida es el 'fast food' de las grandes cadenas norteamericanas", señaló Martínez, que pone en el punto de mira a la generación "millennial" como grupo de población en el que el interés por el turismo gastronómico experimenta un mayor incremento. "El gastroturista no viene a Asturias a comer un tataki de atún; busca autenticidad y recetas locales", incidió el director, en referencia a la importancia de desarrollar la cocina asturiana sobre la base de la producción local, que puede complementarse con el "turismo de experiencia", en el que se incorporan las visitas a, por ejemplo, queserías y llagares.

"Tenemos el potencial, pero Asturias aún no es un destino de turismo gastronómico", insistió Martínez, muy partidario de reservar espacios en los hoteles para los productos locales. "Actualmente, lo que mejor vendemos en nuestro hotel son las cervezas asturianas", concluyó.

Por su parte, David Fernández-Prada reiteró la necesidad de adaptación a los nuevos gustos turísticos y modos de comunicación, llamando la atención sobre la ubicación de Mieres como puerta de entrada y salida en el eje Norte-Sur y su potencial gracias la naturaleza y el patrimonio industrial. "Hay que buscar que los que pasan por aquí se detengan y eso se conseguirá ofreciendo algo distinto al resto", manifestó el responsable de Gustatio, que ve potencial en el turismo de agricultura. "Hay mucha gente en las grandes ciudades que nunca experimentó recoger su propia fruta u ordeñar una vaca; no por ser actividades cotidianas dejan de tener valor", advirtió Fernández - Prada, que entiende igualmente necesario atraer al visitante de otras localidades asturianas. "El restaurador debe ofrecer algo que el visitante no conozca; y en Mieres, mejor una tarta dalia que un coulant de chocolate que se encuentra en cualquier parte", remarcó el periodista.

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