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Las locomotoras de vapor vuelven a dejarse ver en la comarca

Guillermo Bas de Ordóñez recopila en un libro fotos e información de los 125 trenes mineros ligados al Caudal desde 1876

La industrialización era ya en 1876 un proceso imparable en Mieres. Numa Guilhou adquirió ese año una pequeña, casi diminuta, locomotora de vapor para dar servicio al ferrocarril de Nicolasa a La Pereda. En las décadas siguientes estas humeantes máquinas proliferaron sin cesar, convirtiéndose en elementos cotidianos. Hasta 125 locomotoras utilizaron las compañías mineras asentadas en la comarca del Caudal entre el citado 1876 y 1984, año en el que "La Riosa", la última tracción de vapor de Hunosa, fue encendida por última vez. Todo un siglo de intensa actividad ferroviaria que acaba de ser recogida en un cuidado libro.

"Retrato del vapor en el Caudal" es un auténtico manual para quienes quieran saber detalles de las locomotoras que transportaron carbón en la comarca del Caudal. La obra la firma el historiador Guillermo Bas de Ordóñez, miembro del activo grupo de arqueología industrial de la asociación cultural Santa Bárbara, colectivo del que surge la iniciativa. "El pasado mes de septiembre organizamos una exposición fotográfica para homenajear a las locomotoras de vapor mineras y al personal que trabajó con ellas. Mi compañero José Luis Soto tuvo entonces la idea de utilizar toda la documentación que habíamos obtenido para editar un libro", explica Bas de Ordóñez.

El trabajo incluye fotografía y texto informativo sobre cada una de las 125 locomotoras que operaron en el Caudal. "Se trata de una de las mayores concentraciones del país y está a la altura de cualquier enclave industrial europeo", remarca el autor.

Una gran parte de las locomotoras desaparecieron en los años previos a la fundación de Hunosa (1967). Con la constitución de la empresa pública comenzó a "indultarse" poco a poco a estas máquinas: "Empezó a surgir una presión para salvar este rico legado, en parte gracias a gente como Florentino Romero y Javier Fernández López, actual director del museo del ferrocarril".

Finalmente han sobrevivido, debidamente restauradas, un total de 33 locomotoras. Muchas de ellas están en el Museo del Ferrocarril de Asturias (Gijón), pero otras se encuentran adornando espacios públicos en diferentes puntos de la comarca. En Mieres la más conocida tal vez sea la que está ubicada junto a la antigua estación del Vasco. Se trata de una SHE 11 adquirida en 1925 por la Sociedad Hullera Española y que dio servicio entre Sovilla y Ujo. "Hablamos de un balance de supervivencia muy destacable que da forma a uno de los conjuntos patrimoniales más importantes de toda Europa".

El libro ha tenido una muy buena acogida. Curiosamente hay mucha demanda desde Cataluña: "Hay mucho aficionado ferroviario allí y, además, en su momento hubo muchos fotógrafos catalanes aquí" . Bas de Ordóñez propone un viaje en las locomotoras que transformaron el mundo.

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