Es un "Youtuber" -"creador de contenido", corrige él- que arrasa en España y en Latinoamérica. Acaba de llegar a los dos millones de suscriptores. Ha llegado a 24 millones de visitas al mes. Y es de Lena.
Con ustedes, Julio. ¿No les dice nada? Probamos otra vez: "The Corvus Clan". Un chaval que empezó a compartir vídeos hace algo más de seis años, casi de broma. Entonces era profesor de Primaria y nadie sabía quién se escondía tras el avatar de su canal de Youtube. Ni siquiera los niños a los que daba clase y que hablaban del "Corvus". Alguno se llevó un buen susto cuando Julio llegó al medio millón de suscriptores con un vídeo especial: se puso cara. Desde entonces, no para de crecer. Algo tendrá Lena porque "Richar Betacode" (Richar López) -otro de los creadores de contenido con más seguidores en Asturias- también es del concejo. Con algo más de un millón de suscriptores, ha anunciado recientemente que dejará el canal en febrero.
"Conozco a Richar, es colega", afirma "Corvus", nada de rivalidad. Julio publica un vídeo diario en Youtube. Además, trabaja con otras plataformas como Twitch: "No me gusta tener todos los huevos en la misma cesta, nunca sabes lo que podrá pasar mañana".
Dejó las adivinanzas hace mucho. "Un día, hace tres años o así, me dije que esto era una moda pasajera y que no iba a durar. Fue justo entonces cuando mi canal empezó a crecer más y más". Antes, "The Corvus Clan" eran dos: "Corvus" (Julio) y "El Bala" (Alberto). El segundo se desvinculó del proyecto hace unos años, pero juntos llegaron a escribir un libro para la editorial Planeta: "Corrupción en Acción". Una novela un poco gamberra, con mucha sorna.
Igual que el canal del "Corvus". Aquí la descripción: "Trolleos, bromas, montajes divertidos y buenos momentos. Mi objetivo es sacaros sonrisas y carcajadas". Y eso es un "currazo". Dice que atrás quedaron los tiempos en los que el público veía a los creadores de contenido como "tíos que no hacían nada". "Detrás de lo que hacemos, que es un contenido de entretenimiento, hay mucho trabajo. Yo grabo más de una hora para sacar un vídeo de quince o veinte minutos. Tengo una edición muy cuidada, sé lo que quiero decir y cómo lo quiero decir". "La gente, ahora, comprende mejor nuestro trabajo".
Está "feliz" por poder hacer lo que hace, aún con los contras. Lo más difícil, para "Corvus", es "reinventarse todos los días". "Supone cierta presión subir un vídeo diario, porque no puede ser siempre lo mismo, o la gente se aburriría". Lo mejor: los mensajes, los comentarios. "Se me ha acercado alguna persona para decirme que había pasado por una época difícil y que mis vídeos le habían ayudado a salir adelante. Eso, para mí, es todo".
"Corvus", les pasa igual a todos sus compañeros, tiene una fama peculiar. Puede ser un total desconocido para muchos y un "dios" para los que le siguen. Es consciente de la influencia que ejercen entre los más jóvenes y, aunque su público está mayoritariamente entre los 18 y los 24 años, él "controla" todo lo posible sin perder naturalidad. Huye de polémica y, dice, no tiene "haters" (usuarios que critican destructivamente y critican en las redes sociales).
A todos los que le siguen, dice, les debe mucho. Oportunidades que no había ni imaginado. "El libro con Planeta, y mucho más", afirma, sonrisa a mano. Trabaja con PlayStation, Microsoft, Sony y Corsair (ordenadores de "gaming"), entre otras marcas de prestigio. Sabe que hay que ser flexible, escuchar a los seguidores. Pero hay un mandamiento que nunca se salta: jamás juega fuera de horario de trabajo. "Me gusta desconectar en el tiempo libre. Ir al cine o tomarme una cerveza con quien sea".
