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La caída de viajeros fuerza a la plantilla de Autobuses de Langreo a bajarse el sueldo

Los trabajadores piden más aportación al Consorcio por el billete único y la "implicación" de los ayuntamientos: "Estamos con el agua al cuello"

Usuarios de un autobús de la línea Riaño-Laviana, en una parada de La Felguera, en una imagen de archivo. J. R. SILVEIRA

Los trabajadores de Autobuses de Langreo -la empresa que explota junto con Alcotán la línea de autobús urbano entre Riaño y Pola de Laviana- reclaman una "solución urgente" al incierto futuro del servicio, como consecuencia de la "alarmante pérdida" de viajeros y el aumento de los costes de explotación. La plantilla, formada por una treintena de empleados, esgrimió que lleva cinco años bajándose el sueldo -de forma voluntaria y de acuerdo con la dirección de la empresa- para tratar de aliviar una situación que se ha hecho "insostenible". Por ese motivo, reclaman una mayor aportación al Consorcio de Transportes del Principado (CTA) y la "implicación" económica de los ayuntamientos por los que discurre la línea: Langreo, San Martín y Laviana.

El recorrido entre Riaño y Pola de Laviana (la principal línea de autobús de la comarca) registró el pasado ejercicio 1.603.000 usuarios, 41.000 menos que en 2018, lo que consolida la tendencia a la baja de los últimos años motivada por la caída demográfica y la disminución de la actividad económica. Hace tres lustros, la línea era utilizada por tres millones de usuarios, el doble de los que hay en la actualidad.

La dirección de Autobuses de Langreo ya ha comunicado al Consorcio de Transportes que, si no pone en marcha las medidas pedidas para corregir el desfase podría no estar en condiciones de garantizar que se pueda seguir prestando el servicio con normalidad a partir de mediados del próximo mes. En un escrito dirigido al organismo alude a "un desequilibrio económico en la explotación del servicio" debido al descenso en el número de usuarios y a una insuficiente tarifa de compensación por el uso del billete único.

Los trabajadores de la empresa comparten la misma preocupación, como quedó patente en una asamblea celebrada días atrás. Los portavoces de la plantilla expusieron que "ya no solo de trata de la caída de 1,5 millones de viajeros, que ha sido brutal, sino de la compensación que da el CTA por el billete único. El coste del billete sencillo, que marca el propio Consorcio, está en 1,55 euros, pero solo nos dan 0,96 euros por cada billete único, y ese desfase, 59 céntimos que se dejan de ingresar, lo soporta la empresa. Hace quince años más del sesenta por ciento de los viajes eran billetes sencillos, pero ahora es al revés, Solo hay que echar cuentas; en estos términos no es viable".

Los empleados indicaron que es una situación que se viene agravando desde hace años y que la empresa fue mitigando "tirando de reservas y agotando su tesorería". Los propios trabajadores también se apretaron en cinturón. Entre 2015 y 2017, "de acuerdo con la empresa", se bajaron el sueldo un 6,5 por ciento para dar margen a una renegociación de las condiciones de la concesión, que no fructificó. En 2018 y 2019 también se bajaron sus salarios, un 5 por ciento, para "salvar la situación".

Junto a una mayor aportación del Consorcio para sufragar el billete único, la plantilla pide la "implicación económica" de los ayuntamientos. "Otros municipios como Oviedo, Gijón o Mieres tienen empresas públicas o subvencionan las líneas, con lo que son todos los vecinos los que costean con sus impuestos los desfases que pueda haber o si tienen pérdidas. Nosotros somos una empresa privada, pero explotamos una concesión pública que entendemos resulta esencial para el Valle. No solo no recibimos el apoyo de los ayuntamientos que venimos pidiendo desde hace años sino que, por ejemplo, en el caso de Langreo se cobran 3.000 euros anuales por el uso de las paradas".

Para la plantilla de Autobuses de Langreo (empresa que tiene un 70 por ciento de la concesión de la línea) es necesario adaptar el servicio al mercado actual porque "estamos con el agua al cuello; urge una solución porque en los términos actuales esta concesión es inviable para nosotros y para cualquier otra empresa, a no ser que vaya en detrimento de los trabajadores". También anunciaron "medidas de presión" en el caso de que en marzo la empresa no pueda hacer frente a sus compromisos con la plantilla.

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