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Los vecinos de Las Ubiñas piden el pago de daños de osos para "evitar otra guerra"

Algunos ganaderos llevan ya medio año esperando por la compensación y el sector exige esquivar "un problema de convivencia" como el del lobo

Un oso, captado con una cámara de infrarrojos en Espinedo, en Lena.

Los vecinos del parque natural de Las Ubiñas-La Mesa exigen al Principado que agilice el pago por daños de oso en ganaderías para evitar "problemas de convivencia" como los que han surgido con el lobo: "No queremos más guerras", claman. Vecinos del concejo llevan casi medio año esperando, como es el caso de dos terneras que mató un ejemplar en Brañavalera. Auri Villar, portavoz vecinal en la vertiente lenense del parque -la zona del municipio con mayor presencia de la especie-, destacó que "todos tenemos que poner de nuestra parte para que la recuperación de la especie sea un éxito".

Y todos, aclara la representante vecinal "somos todos": "Cazadores, senderistas, vecinos, ganaderos y también las administraciones". Los primeros, los cazadores, han hecho los deberes. "Hay una guía de buenas prácticas que se sigue a rajatabla para evitar problemas". La normativa incluye, además, no permitir las cacerías hasta 24 horas después de haberse avistado un plantígrado: "Se hace siempre", afirma Auri Villar.

Los ganaderos y los vecinos también han cambiado sus costumbres para adaptarse a la llegada de los osos. De hecho, los plantígrados volvieron a asentarse en la vertiente lenense hace dos temporadas: "Hay vecinas, por ejemplo, que salen a pasear con una flauta para avisar de su presencia y evitar encuentros no deseados", explicó Villar. Los más pequeños también se aplican, a través de la educación en casa y de programas como los que encabeza la Fundación Oso Pardo (FOP).

Esfuerzos que les han valido una buena nota. En una reciente encuesta de la Fundación Oso Pardo en los territorios oseros, la convivencia era de matrícula de honor. Concretamente, en el parque natural de Las Ubiñas, las calificaciones fueron prácticamente inmejorables. Casi el cien por cien de los encuestados afirmaba querer que la especie volviera al espacio protegido.

"Y queremos que siga siendo así, aunque la Administración regional no lo pone fácil", señaló Villar. Además de los daños del oso, hay más de sesenta ganaderos en la comarca del Caudal que esperan por el pago de daños causados por el lobo.

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