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La gerencia del centro neurológico de Barros debe tener listo este mes el plan director

El documento será validado después por el Imserso l Sofía Castañón: "Queremos que abra cuanto antes, pero que sea de referencia"

Instalaciones del centro neurológico de Barros.

El centro del centro de referencia estatal de enfermedades neurológicas de Barros deberá tener listo este mes su plan director. Ese es el plazo que, según ha podido saber este diario, ha dado el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) a la dirección del complejo para elaborar un "proyecto de centro", antes de proceder a su apertura. Ese documento, que posteriormente deberá validar el Imserso, concretará los objetivos del complejo, el tipo de pacientes que atenderá y el personal necesario para hacer frente a esos objetivos, tanto asistenciales como de investigación.

El Imserso depende ahora del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, cuyo titular es Pablo Iglesias. La última estimación del Gobierno, planteada por la entonces ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, era poner en marcha la instalación este mes. Carcedo también indicó que habrá 55 empleados de contratación directa en el complejo, cuando en 2008 la plantilla estimada era de 105 trabajadores del Imserso y 39 de contratación externa. Tanto los plazos como el volumen de plantilla quedan ahora en el aire, ya que parece improbable que el centro abra en marzo y podrían ser necesarios más trabajadores.

"Lo que nosotros queremos, que también es lo que quieren los vecinos y los potenciales usuarios, es que el centro abra cuanto antes, pero que se haga bien y no sea solo un centro asistencial sino un centro de referencia", indico la diputada nacional y portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso, Sofía Castañón. La previsión es poner en marcha el complejo por fases: primero se abrirá el centro de día (con capacidad para treinta residentes) y posteriormente la parte residencial (que acogerá a sesenta personas).

En una visita a Langreo el pasado mes de enero, Castañón ya avanzo que tenía previsto pedir al Ministerio de Derechos Sociales que revisase el proyecto del centro para tratar de adaptarlo a los objetivos originales. "Estamos hablando de un centro de referencia estatal, que tiene que dedicarse a más cosas, entre ellas la investigación, no solo la parte asistencial. El personal contratado hasta ahora es para un centro de día, similar a otros centros del mismo tipo que pueda haber. Este complejo debe cumplir realmente esos objetivos de referencia estatal".

Desde que empezaron las obras a finales de 2009, con un plazo de ejecución previsto de 24 meses, el proyecto del centro neurológico de Barros ha sufrido numerosos problemas. Complicaciones técnicas, trabas administrativas, problemas presupuestarios, modificaciones de obra y el proceso concursal de la adjudicataria han demorado y, en ocasiones, paralizado por completo durante meses el proyecto. En esta década que ha pasado desde el inicio de las obras (los trabajos tenían que haber acabado a finales de 2011), el centro de Barros perdió incluso el nombre, al no recibir la autorización para llevar el del científico Stephen Hawking, fallecido en 2018. También ha habido recortes sobre el plan original en lo referente al empleo, ya que inicialmente se hablaba de más de un centenar de trabajadores. Las instalaciones dispondrán finalmente de 55 empleados públicos, si no hay cambios al alza.

Al igual que Unidas Podemos, organizaciones como CC OO han denunciado los recortes sobre el proyecto original en varias ocasiones, organizando incluso movilizaciones de protesta.

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