Teletrabajo para el personal administrativo y todos aquellos trabajadores no esenciales para la producción, controles para evitar la aglomeración de operarios, dispensadores de líquido desinfectante... La planta de Bayer en Lada se ha "blindado" contra el coronavirus con el objetivo de garantizar su actividad. No es para menos. El complejo langreano fabrica el 100 por ciento del ácido acetilsalicílico con el que se elabora toda la producción mundial Aspirina. Por el momento, la instalación sigue funcionando a tres turnos, con un paquete de medidas de protección e higiene para evitar contagios entre el personal de producción.
En concreto, en la planta siguen trabajando, por turnos, los 75 operarios y técnicos de producción, almacenes y laboratorios necesarios para mantener el proceso. El personal de administración (unas 25 personas) realiza sus labores desde sus casas. Los técnicos especializados y mandos intermedios van rotando.
"La idea es proteger al personal de producción. También se ha restringido la actividad de las subcontratas (unas cincuenta personas en total) a lo estrictamente necesario", indicaron responsables de Bayer. Entre las medidas adoptadas figura evitar la concentración de operarios en un mismo punto, la potenciación de la limpieza y la instalación de dispensadores desinfectantes de manos. "Son iniciativas que ya se pusieron en marcha hace un par de semanas. La producción se sigue manteniendo, en tres turnos de lunes a domingo, como viene siendo habitual", indicaron desde la compañía farmacéutica.
Cada segundo se consumen 2.500 aspirinas en el mundo y todas salen de Lada. La planta que la multinacional alemana Bayer posee en Langreo produce el 100 por ciento del ácido acetilsalicílico empleado posteriormente en la elaboración del popular fármaco en cinco factorías repartidas por Europa, América y Asia. La instalación langreana ocupa una pequeña parcela, constreñida por la central térmica de Iberdrola y el trazado del Corredor del Nalón. El ácido acetilsalicílico se obtiene en Lada de la mezcla del ácido salicílico (sólido) y el anhídrido acético (líquido). El ácido salicílico se produce en la propia planta a partir de la reacción de fenol, hidróxido sódico y anhídrido carbónico, mientras que el anhídrido acético se compra a grandes firmas químicas y petroleras.
El procedimiento para obtener el principio activo de la Aspirina arranca en unos grandes reactores que alcanzan temperaturas de 90 grados centígrados y en los que se combina el ácido salicílico y el anhídrido acético. Tras un proceso que dura dos horas se consigue la reacción, que da lugar al ácido acetilsalicílico (todavía líquido) y al ácido acético. Ambos compuestos pasan entonces por un proceso de filtrado, para eliminar todas las impurezas. En unas máquinas de cristalización en las que la temperatura baja a los 20 grados, el ácido acetilsalicílico pasa al estado sólido, convertido en polvo.
El principio activo de la Aspirina pasa entonces por unos tubos a las máquinas centrífugas, que separan en el ácido aceltilsalicílico del ácido acético. El producto en polvo se deriva entonces a unas tolvas, en las que se produce el proceso de tamizado.
La producción de ácido acetilsalicílico en Lada se remonta a 1942 cuando las empresas industriales Duro Felguera y Explosivos Riotinto y varios bancos constituyeron la Sociedad Productos Químicos Sintéticos que más tarde pasó a llamarse solamente Productos Químicos Sintéticos (Proquisa). Bayer compró Proquisa en 1969 y empezó a producir el principio activo de la Aspirina en Lada.