El centro neurologico de Barros ya acoge a sus primeros pacientes con coronavirus, tal y como ha informado el Principado. El denominado Centro de Referencia para personas con Discapacidades Neurológicas (Credine) de Langreo fue habilitado estos días para afrontar la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus, y de esta forma ya ha recibido a los primeros pacientes de COVID-19.

Los tres primeros afectados ingresaron anoche en el centro de Barros, derivados desde hospitales y otros dispositivos sociosanitarios. El centro, que dispone de 60 habitaciones con baño individual, y según el Principado "acogerá a personas positivas del nuevo coronavirus que estén asintomáticas o presenten un estado leve de la enfermedad y que por sus condiciones sociosanitarias no puedan permanecer en aislamiento en sus domicilios o en centros sanitarios".

El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) ha cedido de forma temporal el uso de la instalación, en previsión de que fuese necesaria, como así está siendo, para prestar asistencia a pacientes aquejados de coronavirus. De esta forma, el centro langreano ha abierto por fin sus puertas, tras ocho años de espera, pero para un fin completamente distinto al que está destinado: atender a personas con discapacidades y enfermedades de origen neurológico.

Las obras del centro de Barros comenzaron en 2009 y, según sus plazos iniciales, tendría que estar abierto desde 2012. Tras varios problemas (el concurso de acreedores de la constructora que lo hacía), retrasos y arreglos, los trabajos concluyeron en 2017. Después llegaron trámites como la compra del mobiliario y los equipos, y finalmente, la contratación de los trabajadores y la dirección. La idea era abrir primero el centro de día y, posteriormente, la residencia. Sin embargo, no había fecha fijada de apertura.