Los protocolos para impulsar los denominados "convenios de Transición Justa" de los valles del Nalón y del Caudal y del Suroccidente asturiano se firmaron ayer. Es el primer paso para impulsar estos programas, a través de los cuales el Gobierno central pretende "compensar" a las zonas afectadas por el cierre de la minería y de las centrales térmicas. El de ayer era un paso administrativo indispensable para poder seguir avanzando y concretando el programa. A partir de ahora, corresponde al Principado y a los Ayuntamientos afectados la presentación de proyectos que compensen estos cierres.

En un principio, y tal y como explicaron ayer desde el Principado, estos proyectos "girarán en torno a la rehabilitación de zonas mineras degradadas; el aprovechamiento de activos mineros y el fomento de iniciativas empresariales de desarrollo". El objetivo es "por un lado, regenerar territorios degradados por la actividad minera, y por otro, generar actividad económica alternativa y promover la recolocación de excedentes de la minería del carbón".

En la firma de los protocolos participó el consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica, Enrique Fernández (exalcalde de San Martín, uno de los municipios afectados), la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, y los representantes municipales, articulados a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

La medida afecta a los concejos de Tineo, Cangas del Narcea, Ibias y Degaña (Suroccidente), Aller, Lena, Mieres, Morcín, Riosa y Ribera de Arriba (Caudal) y Langreo, Laviana, San Martín del Rey Aurelio, Caso, Sobrescobio y Bimenes (Nalón).

Aagesen explicó que son los primeros municipios españoles en firmar sus protocolos. Ahora se hará "una radiografía precisa de la viabilidad ambiental, social y económica de las alternativas, porque se trata de elegir las mejores propuestas para desarrollar empleo sostenible".